Corinthians (Brasil) 2 - Racing 2 - Copa Sudamericana 2024
Racing hizo un buen partido porque se plantó en el Arena Corinthians y jugó sin temores. Tuvo actitud y sacrificio. Se puso enseguida en ventaja, se lo dieron vuelta, se repuso y lo empató. Y hasta tuvo chances de ganarlo. Fue una actuación seria la del equipo de Gustavo Costas en un contexto difícil, de esas que se necesitan para convencerse de que se puede ir por algo grande.
Costas hizo un buen planteo. Porque su equipo no solo se preparó para defender y batallar, sino también que se animó a atacar. Y contó con el sacrificio de sus futbolistas que se doblegaron en la marca y a su vez buscaron el arco de enfrente, al ver las ventajas que ofrecía Corinthians en defensa. Tampoco se apichonó cuando su rival le tiró la jerarquía encima. Y a pesar de que por momentos sufrió, se sostuvo en las manos de su arquero, en la inteligencia de Sosa para flotar entre el medio y la zona de líbero cuando se metía entre los centrales, en el despliegue de Martirena, en la entrega de Nardoni, en la sabiduría de Juanfer Quintero y en el ímpetu de Salas.
Fue un partidazo el que se jugó en el Arena Corinthians. Porque el equipo de Ramón Díaz hizo méritos también como para llevarse el partido. Y si bien se quedó con una sensación agria, Racing no debe confiarse en Avellaneda. Es que el conjunto brasileño, a pesar de que pelea por no descender en el Brasileirao, cuenta con un plantel de gran nivel.
De hecho, después de que Racing se pusiera en ventaja, dio vuelta el marcador con la jerarquía de sus atacantes. La Academia había golpeado de entrada, pero le duró poco la alegría del primer gol, ese que convirtió Salas con una gran definición de cachetada por encima de Nogueira en el amanecer del encuentro cuando todavía no habían podido entrar muchos hinchas académicos.
Apenas cinco minutos después, Memphis Depay apareció en escena y Corinthians empató. El neerlandés juntó a seis hombres de Racing y con mucha lucidez habilitó a Yuri Alberto, quien estampó la igualdad. Y el propio Yuri Alberto, antes de la finalización de la primera mitad, dio vuelta la historia con un fuerte remate de afuera del área.
No fue solo la jerarquía individual de Corinthians lo que lo llevó a remontar el partido. Hubo un movimiento clave de Ramón y Emiliano Díaz, tras la lesión de José Martínez, mandaron a la cancha a Ángel Romero, jugaron con extremo e hicieron más ancho el terreno. El encuentro se abrió. Y cuando la cancha se puso difícil por la lluvia torrencial buscaron con pelotas largas a los de arriba. En cambio, Almendra pecó de ingenuo al trasladar de más y Racing lo sufrió. Garro aprovechó y ahí vino la jugada del segundo gol de Corinthians.
El equipo brasileño ofreció el golpe por golpe, creyendo que era la fórmula para rematar el partido. En cambió lo terminó padeciendo porque dio ventajas atrás. Salas estuvo cerca de meter otro gol con un remate cruzado, mientras Costas se caía al suelo corriendo de un lado a otro para dar indicaciones.
Racing siguió metido en el partido, vio los espacios que dejaba su rival y se animó. Martirena armó una gran jugada, con caño incluido a Garro y pared de por medio con Almendra, para empatar el encuentro. A partir de ahí, lo tuvo controlado.
Pero no había premio si no se sufría. Sobre el final, Corinthians tuvo tres chances claras: Ángel Romero se lo perdió abajo del arco, Arias le sacó un mano a mano a Alex Santana y Depay desvío un remate. Pasado ese chaparrón, Racing tomó aire y se fue contento con el empate que lo dejó bien parado para la revancha.