LE GANÓ A OLIMPIA CON UN GOL QUE NACIÓ EN SU PROPIO ARQUERO, SIGUIÓ EN EL PRECISO PASE DE BENÍTEZ Y DEFINIÓ TREJO
Independiente dio el primer paso con un ataque fulminante
El equipo de Pellegrino sigue su buena racha. Logró un triunfo trabajoso y merecido. El miércoles, la revancha.
Con la ilusión de reconquistar un trofeo que ya ganó en 2010, cuando en la final supero a Goiás, de Brasil, con tiros desde el punto del penal, Independiente dio anoche el primer paso anotándose un triunfo tan trabajoso como merecido frente a las dificultades defensivas que le planteó Olimpia. El próximo miércoles, en la capital paraguaya, se jugará la revancha a partir de las 21.10 (hora de la Argentina).
Independiente había acumulado méritos desde hacía rato para ponerse en ventaja. Sin embargo, el gol de la tranquilidad llegó cuando estaba por terminar el primer tiempo. El movimiento de ataque nació en un saque desde el arco del Ruso Rodríguez, continuó en un centro de oro de Benítez y culminó con un pase a la red del tucumano Trejo, el jugador más resistido por el público local desde que se movió la pelota.
La etapa inicial mostró otro capítulo de la exitosa propuesta que Mauricio Pellegrino ha instalado para que disfrute la mitad roja de Avellaneda. Por ejemplo, la posición del uruguayo Vera, que es la máxima referencia ofensiva pero de ninguna manera el único atacante. Porque en este Independiente no solamente pasan seguido (a veces, hasta los dos juntos) los marcadores de punta Toledo y Tagliafico, sino que también llegan seguido al área de enfrente Benítez, el uruguayo Rodríguez, Trejo, el Marciano Ortiz y Méndez.
Además, anoche también se animó Cuesta, como sucedió a los 22 minutos, con un zurdazo que rebotó contra un palo cuando el vuelo de Barreto servía sólo para la foto. Un rato después llegó el centro perfecto de Toledo y Vera, de atropellada y con las rodillas, hizo que la pelota se estrellara en el mismo poste.
Olimpia, por su parte, respondió a lo que comunmente se espera de un equipo paraguayo: presión con superioridad numérica, gran fervor para disputar las pelotas divididas y coraje para atacar cuando las circunstancias lo permiten. Con el uruguayo Salgueiro tirado a posición de enganche, los guaraníes se acomodaron con un esquema 34-1-2. Pero, a este Olimpia le sobra esfuerzo pero le falta magia, por lo que apenas llegó al arco de enfrente con un par de disparos desde lejos, ejecutados por Salgueiro y Piris.
La etapa final se desarrolló en un escenario parecido al anterior. El Rojo continuó siendo el dueño de los espacios con abundante posesión del balón, pero con mejores comienzos que finales, por lo que ése fue el motivo por el cual dilapidó posibilidades para aumentar el marcador.
Los paraguayos, en cambio, no hicieron nada diferente a lo producido en la primera mitad, pero acariciaron la igualdad cuando un cabezazo de Zeballos -tras el hermoso centro de Salgueiro- se estrelló contra un poste sin que Rodríguez tuviese chance de intervenir.
Para agregarle gambeta y vértigo a la idea general, Pellegrino puso en cancha a Pisano, quien se instaló por la derecha. Sin embargo, algunas gambetas improductivas se desperdiciaron en los pies de Pisano y Benítez en jugadas que prometían algo más.
A siete minutos del final, Méndez volvió a repetir algo que es habitual: su inconducta. A la vista del brasileño Lopes le aplicó un codazo a Piris y el árbitro lo expulsó, por lo que Independiente perderá para el desquite a un jugador clave cuando haga falta administrar la pelota.
Hasta ese momento, Independiente disfrutará de una victoria que le permite haber sacado un cuerpo de ventaja, con un resultado ideal ya que ganó y no sufrió ni ese temido gol en contra.