Nacional (Paraguay) 1 - San Lorenzo 1 - Copa Libertadores 2014
UN GOL DE JULIO SANTA CRUZ EN EL DESCUENTO, LE IMPIDIÓ AL EQUIPO DE BAUZA LOGRAR UN TRIUNFO DECISIVO EN EL PARTIDO DE IDA
A San Lorenzo se le esfumó la fiesta con el tiro del final
La gran definición de Matos dejaba la Copa al alcance de la mano. Por eso el empate dejó un sabor amargo. El equipo fue muy superior a Nacional y es favorito para la revancha.Da como para lamentarse. Porque hubo un equipo, San Lorenzo, que estaba jugando el partido perfecto, ganaba cómodo y empezaba a acercarse a ese objeto del deseo que es la Copa Libertadores. Por ahí encuentra un mínimo consuelo de que falta la revancha en el Bajo Flores y que los estadísticas certifican que uno no falla de local y al otro le cuesta una enormidad de visitante. Palabra más, concepto menos, la verdad dice también que al Ciclón se le escapó un triunfo en el momento menos pensado. Porque a un minuto del final, Julio Santa Cruz tuvo una aparición fantasmal y dejó todo abierto para la revancha.
Rápido quedó demostrado algo inusual para una final de cualquier competencia importante: el visitante, San Lorenzo para la ocasión, jugaba cómodo en la casa del que, se supone, debe hacerse fuerte desde el juego o al menos a partir de cierta prepotencia física.
Sin embargo, Nacional, desde un esquema lleno de precauciones como ese 4-5-1 con Fredy Bareiro como único delantero, le cedió al equipo de Bauza lo que más le gusta: la pelota. También el protagonismo e inclusive los espacios, como para que a partir de la dupla Mercier-Ortigoza, las trepadas de Mas por la izquierda y los encuentros de Piatti y Romagnoli, el Ciclón se convenciera de que regresar a la Argentina con una resultado positivo era absolutamente factible.
Durante los 45 minutos iniciales, los paraguayos anduvieron cerca de Torrico tan sólo en dos oportunidades. Primero, con un zurdazo de Benítez que se fue por arriba. Después, con una salida errónea del arquero que terminó en un tiro de esquina que a continuación desperdició Cáceres con un peligrosísimo toque de zurda.
San Lorenzo, en cambio, dispuso de una chance de oro, pero que no fue la única. Un zurdazo de Mas -asistencia de Piatti- se estrelló en un poste cuando Don estaba vencido y en el rebote, el remate de Villalba se estrelló en la pierna derecha de Matos, quien no pudo resolver de taco. En las otras llegadas, en la misma jugada, los tiros de Piatti, Romagnoli y Villalba rebotaron en los heroicos cruces de los defensores guaraníes. Por último, dos disparos de Piatti terminaron en las manos de Don.
El segundo tiempo arrancó con un pensamiento común de periodistas, dirigentes e hinchas presentes en el Defensores del Chaco: el fútbol argentino disponía de una chance inmejorable de empezar a recuperar, desde el partido de ida, la Copa Libertadores de América.
A pesar de que Moriñigo empezó a cambiar jugadores para que Nacional mejorara su rendimiento, con Mercier como emblema, San Lorenzo siguió manejando las acciones con una holgura poco sencilla de explicar. Hasta que llegó el golazo de Matos, con una volea descomunal -centro de Villaba- que literalmente fusiló a Don.
Durante largos minutos el juego entregó imágenes que certificaban las inminencia del segundo gol azulgrana. Entre Fontanini y Gentiletti, que chocaron, se perdieron el segundo en una pelota aérea. Romagnoli metió una última hermosa gambeta antes de que entrara Barrientos. San Lorenzo se sentía tan ganador que a dos minutos del tiempo reglamentario metió seis jugadores en el área de enfrente. Claro, si Torrico no había tocado el balón en todo el complemento. Pero al partido le quedaba la última emoción. Un largo centro encontró a Bareiro y Santa Cruz hizo un milagro. Así, San Lorenzo consiguió sólo una parte cuando mereció quedarse con todo.