Costa Rica 0 - 0 Argentina
Así como el primer tiempo ante Estados Unidos, en la fría Nueva Jersey, había sido muy bueno, la primera etapa del partido de anoche, frente a Costa Rica, en la templada San José, fue decididamente flojo. Sin Leo vestido de celeste y blanco, la Selección careció de conducción. Y a lo largo de este partido, nunca pudo imponer esa idea primaria de Sergio Batista, la del toque corto. Especialmente, porque fallaron algunos de los protagonistas esenciales. Javier Pastore estuvo ausente, casi desaparecido.
Nicolás Gaitán deambuló de un extremo a otro y nunca encontró su lugar. Ever Banega alternó buenas y malas, al margen de que terminó dejando una aceptable impresión en el desenlace del primer tiempo. Y José Sosa perdió confianza después de desperdiciar la primera situación que tuvo en su pie derecho para marcar la apertura. A los 8, el Príncipe definió mal, al cuerpo del arquero Keylor Navas, tras una interesante combinación entre Pastore y Banega.
Bajo esta coyuntura, a Argentina le costó mucho elaborar el juego. Y el único que se destacó por encima del resto, más allá del oficio de Gabriel Milito y Javier Mascherano, fue Lucas Biglia. El rubio volante del Anderlecht belga tuvo mucha dinámica, siempre se mostró como opción de pase y no sólo dio una mano en la defensa; también, colaboró con el ataque. Hasta generó una posibilidad de gol. Sin embargo, su remate de media distancia fue controlado por Navas.
Ricardo Lavolpe apostó a dos líneas de cuatro, bien juntitas, con el objetivo de cerrar los espacios y salir rápido de contra. De esa manera, Costa Rica desnudó algunas flaquezas de la última línea argentina, sobre todo cuando Bryan Ruiz se volcó por la izquierda, donde Marcos Angeleri se ahogaba contra la raya. Precisamente, el atacante del Twente holandés escapó a la marca de Milito y sacó un tiro cruzado que Mariano Andújar alcanzó a manotear. Por suerte, Heiner Mora no llegó a conectar la pelota, que había quedado corta tras el rechazo del número uno.
Fueron los ticos los que, a pesar de sus limitaciones, produjeron las jugadas más claras. Y si no hubiera sido por el magnífico cierre de Ezequiel Garay, Alvaro Saborío, que había quedado mano a mano con Andújar, habría podido liquidar al arquero del Catania.
En el segundo tiempo, el Checho movió el banco. Y pareció que el ingreso de Fernando Belluschi podía encender al equipo. Porque el ex Newell’s y River se acopló con Biglia en el primer cuarto de hora, lapso en el que sacó un zurdazo bárbaro que hizo lucir a Navas.
No obstante, se apagó lentamente. Igual que el resto de sus compañeros. Porque a pesar de un derechazo de Angeleri que provocó otra estupenda atajada del número uno tico y un tiro a colocar de Sosa que se perdió al lado del poste izquierdo, nada más sucedió. Costa Rica le entregó la pelota su rival. Sin embargo, Argentina no supo explotar el dominio. Y el partido se transformó en un bodrio. Ese que a la Selección le dejó muy poco.