Alianza Lima (Perú) 1 - Boca 0 - Copa Libertadores 2025
LA REVANCHA A TODO O NADA SERÁ EL MARTES EN LA BOMBONERA
Boca no levanta, sigue en deuda con el juego y deberá remontar un 0-1 si quiere continuar su sueño copero
El equipo de Gago perdió con Alianza Lima en Perú, donde Marchesín se destacó para que la derrota no haya sido más abultada.
Aquel que muestra en el Torneo Apertura, muy a pesar de las victorias de las últimas dos fechas.
El contexto deja a Gago en el centro de las críticas. Es cierto que tuvo diez bajas. Así y todo, no hubo un buen planteo, no corrigió con las modificaciones que hizo en el complemento y casi no inquietó a su rival, que se mostró ordenado, directo y simple para jugar.
Insulso, desconectado, sin presencia en ataque y con una defensa muy permeable. Boca desplegó una colección de falencias en el primer tiempo. Y enseguida Alianza Lima lo desnudó en el fondo. De un lateral llegó el gol peruano. Recibió Noriega de espaldas y sacó un remate de media vuelta que encontró la respuesta de Marchesín sobre la línea. Pero en el rebote Ceppelini definió en soledad.
Boca quedó aturdido. Y aunque tuvo la pelota con la mayor parte del tiempo, no la administró bien. Hubo un problema en el armado que tuvo que ver con la ausencia de Costa (desgarrado). Bajo esta coyuntura, Gago decidió que Battaglia se desempeñara como zaguero central e incluyó a Blondel en el medio. El problema fue la elección de un lateral devenido a interno. Con Barinaga a la derecha, el técnico improvisó. Y no funcionó.
Alianza Lima se plantó de contra y cuando recuperó, jugó largo para Castillo. El ecuatoriano, a pura potencia, ganó terreno. Sobre todo por el sector de Saracchi. Di Lollo tuvo dificultades para contener el vendaval. Y aunque Barcos no es un jugador que se destaque por presionar a los 40 años, se desempeñó arriba con inteligencia.
“No tengo con quién jugar”, se leyó en los labios de Merentiel. Fue una confesión desesperante en el medio de la falta de inspiración de un equipo que no conectó. Carlos Palacios, que debió hacerse cargo del rol de organizador, no influyó. Velasco estuvo deslucido. Y la mejor situación que tuvo Boca fue a partir de un centro de Saracchi que rechazó Zambrano, que bajó el propio Merentiel y remató Alarcón, pero tapó Viscarra.
Alianza Lima tuvo otras dos posibilidades, pero Barcos y Castillo no pudieron con Marchesín. El delantero cordobés definió al cuerpo del arquero y en el rebote lo cruzó Battaglia. El ecuatoriano tampoco pudo con el número uno. El 4-1-4-1 de Gorosito tuvo mucha más fluidez que el 4-3-1-2 que plantó Gago.
Quedó una polémica en el tintero. A los 22 segundos, Noriega le clavó los tapones en las cervicales a Merentiel. Para Esteban Ostojich solo valió la tarjeta amarilla. Quedó la sensación de que podía haber mostrado la roja por la violencia de la falta.
En el segundo tiempo, Gago hizo variantes para el arranque. Entraron Zeballos y Milton Giménez. Salieron Rey Domenech y Merentiel. Se configuró un 4-3-3 con el Changuito a la derecha y Velasco abierto a la izquierda. Y tuvo algo más de dinámica el equipo, pero le faltó una mejor construcción del juego. Alianza Lima, en cambio, siempre tuvo una identidad definida.
Con menos pases, pero más directo. Con la experiencia de Barcos, la velocidad de Castillo, la categoría de Ceppelini y el toque de Cantero, que se incorporó muy bien tras la salida del lesionado Quevedo.
Y a propósito del ex volante de Barracas Central, tuvo una muy clara. Se equivocó Di Lollo en la salida y Barcos lo dejó de frente al gol. Sin embargo, el remate de Cantero chocó contra un notable Marchesín, que una vez más dejó claro que tiene grandes reflejos.
Gago sumó más gente en ataque con el ingreso de Lucas Janson y -muy tarde- de Kevin Zenón. No obstante, le costó horrores llegar al área de Viscarra. “Empezá a correr porque te saco”, se escuchó como el técnico le decía a Zeballos. Todo un resumen. Boca terminó tirando centros para Giménez, empujando con amor propio y poca claridad. Con una gran deuda del fútbol que deberá saldar si aspira a conquistar la séptima.