Boca 1 (8) - Talleres 1 (7) - Copa Argentina 2024
EN UN TORNEO SIN VAR, EL PRIMER TANTO GENERÓ EL RECLAMO DE LOS CORDOBESES
Boca pasó a cuartos de final después de una tanda de penales para el infarto y una gran polémica
Patearon todos los jugadores y terminaron definiendo los arqueros. En el gol de Aguirre, para Boca, la pelota había salido de la cancha pero no lo advirtieron. Respira Diego Martínez.
Es una noche de suspenso en Mendoza. Los penales se suceden y no hay una definición. Si se tratara de un partido de tenis, habría que apelar a la figura del match point. Lo tiene Pol Fernández, pero ataja Herrera. Y de nuevo, el arquero salva ante Medina. Entonces, es la chance de Mantilla. Pero el colombiano falla. Y de nuevo, como erra Anselmino, se relame Moyano. Sin embargo, la pelota otra vez se pierde por encima del travesaño. Hasta que llega el turno de los número 1. Brey acierta y su colega le pega con los cordones, y festeja Boca.De perder por penales en la Sudamericana a la revancha en la Copa Argentina. Presionado por la coyuntura, porque se jugaba mucho más Diego Martínez que el Cacique Medina, Boca sacó el partido adelante. Había sido superior en los noventa minutos, especialmente en el segundo tiempo. Enfrentará en los cuartos de final a Gimnasia y es un impulso para los clásicos que se vienen: Racing y River.
Será imposible soslayar la manera en que Boca llegó al primer gol. Fue a partir de un grosero error de Merlos. Blanco jugó largo, Mantilla protegió la pelota, Brian Aguirre presionó y la pelota salió entera. Sin embargo, el rosarino continuó la jugada y venció a Herrera.
Todo Talleres protestó, pero Merlos convalidó un gol ilícito. A favor del asistente Bonfá, la jugada ocurrió en el sector opuesto. Y sin VAR, es imposible corregir los errores. Merlos se equivocó feo. Y los cordobeses pagaron los platos rotos.
Sin embargo, Talleres lo empató rápido. Cinco minutos después, Blanco jugó para Medina, anticipó Benavídez, Rubén Botta asistió a Girotti y el “9” sacudió cruzado, al rincón más lejano de Brey.
Ese gol evidenció una de las virtudes de los cordobeses. La presión sostenida y en bloque. A partir de la intensidad de sus delanteros, y en especial de los volantes, Talleres ahogó a Boca en la salida. Sobre todo, por el sector de Barinaga.
Boca tuvo espasmos en la etapa inicial. Intentó ser pulcro en la salida con Pol Fernández, buscó llegar al área con muchos pases y sorprender con las trepadas de Blanco o la dinámica de Medina. El lateral y el mediocampista tuvieron dos claras. Un desborde del rosarino casi termina en gol en contra de Lucas Suárez. Una irrupción del volante de Moreno estuvo cerca de terminar en el segundo. Herrera se lució en ambas jugadas.
En el segundo tiempo, Boca salió a la cancha sin Aguirre, que se había lesionado la rodilla izquierda. Entró Zeballos como segunda punta y fue desequilibrante cuando encaró. Tuvo una clara el Changuito en el arranque del complemento. Sin embargo, su remate halló una gran respuesta de Herrera.
Boca fue superior desde la tenencia y la distribución de Pol Fernández, siempre bien ubicado y preciso en la entrega. Talleres retrocedió y aunque hubo dos cambios de figuritas adelante (ingresaron Alejandro Martínez y Ruiz Rodríguez por Botta y Palacios), su mejor arma fue una pelota parada que Suárez conectó abajo del arco, de arremetida, pero sin puntería.
Después, hubo un remate de Medina de media distancia que tapó Herrera y Martínez volvió a mover el banco. Salió Martegani y entró Saralegui. Que haya hecho dos variantes, a fin de cuentas, mostró su conformidad con el equipo. No obstante, ese domino territorial no se tradujo en el segundo gol.
Talleres se agrupó, resistió y tuvo pocas contras. Casi no comprometió a Brey. Ni siquiera con los ingresos de Tarragona y el otro Galarza.
Hasta que llegaron los penales y esa infartante definición. Se patearon 22. Herrera falló el último y Boca pasó. Con sufrimiento, claro, aunque poco importe a la hora de celebrar.