Huachipato (Chile) 0 - Racing 2 - Copa Sudamericana 2024
EL EQUIPO DE GUSTAVO COSTAS VENÍA GOLPEADO EN LA LIGA PROFESIONAL
Racing pisó fuerte en Chile y se trae media clasificación en el bolsillo
Ganó sin discusión a Huachipato y define el pase en el Cilindro. Maravilla Martínez volvió al gol y le hicieron el penal que convirtió Juanfer Quintero.
Necesitaba un triunfo, claro. Pero también, una actuación convincente. Sobre todo, después de tantos desniveles y la derrota ante Gimnasia de local. Y en el torneo que Gustavo Costas se fijó como prioridad, Racing se impuso con autoridad en Viña del Mar y dio un gran paso de cara a los cuartos de final de la Sudamericana.La victoria ante Huachipato se empezó a gestar en el primer tiempo y se confirmó cerca del epílogo, cuando el grupo de hinchas que viajó a la costa del Pacífico sufría por las oportunidades desperdiciadas. Esta vez, Racing pegó primero y Gabriel Arias casi no pasó sustos en el complemento. La revancha será el próximo martes en Avellaneda.
Costas, que había guardado demasiado frente a los platenses, esta vez apostó a sus mejores jugadores. Hubo cambios nominales y uno táctico. La línea de cuatro se impuso del otro lado de la Cordillera con la presencia de Facundo Mura en el lateral derecho, el ingreso de Leonardo Sigali y Santiago Sosa en el puesto que más conoce, sobre la mitad de la cancha.
El ex volante de River y Atlanta United fue clave. No sólo porque fue salida y conectó con Agustín Almendra en la zona neurálgica; también, porque retrocedió como un tercer central entre Sigali y Santiago Quirós cuando el partido lo ameritó.
Hubo otro futbolista que le modificó la cara al equipo. De Baltasar Rodríguez se trata. Con mayor manejo y dinámica, articuló las líneas. Sin embargo, en este contexto, el más desequilibrante resultó Johan Carbonero, especialmente en la etapa inicial. El colombiano es un puñal cuando el rival ofrece espacios.
Ya había mostrado su destreza y velocidad en la jugada previa al primer grito celeste y blanco cuando encaró mano a mano y asistió a Maravilla. El disparo de Martínez reventó el travesaño. Un ratito después, Carbonero tuvo una participación vital en la apertura del marcador.
Baltasar recuperó, Maravilla Martínez abrió para Gabriel Rojas, el lateral filtró para Carbonero y el desborde y centro atrás del colombiano encontró al “9” de frente al arco de Fabián Cerda para definir con una arremetida.
El equipo se mostró más ordenado con la línea de cuatro, pero no renegó de su habitual protagonismo. En la recuperación y el juego directo comprometió a los chilenos. Sobre todo, con los lanzamientos para Carbonero, Maravilla y, en menor medida, Maximiliano Salas.
Huachipato se hizo cargo de la tenencia, acumuló una mayor cantidad de pases y tuvo en Gonzalo Montes a su estratega. El uruguayo, justamente, fue quien fabricó la mejor jugada de su equipo cuando recién arrancaba el partido. Jugó una pared con su compatriota Thiago Vecino, pero su tiro cruzado, al segundo palo, se perdió desviado.
Hasta que se acomodó Racing, claro, y empezó a llegar más seguido hasta los dominios de Cerda, una situación que se acentuó en el complemento, cuando el equipo argentino dominó, fundamentalmente desde el ingreso de Juan Fernando Quintero.
Costas prescindió de Carbonero, el más incisivo, pero brilló el talento de otro producto de la tierra del café. Juanfer es cerebral y empezó a gestionar el fútbol que le había faltado a Racing, más allá de la explosión en el ataque.
Creció Rojas, punzante por la izquierda. Se soltó Almendra. Y si fallaba alguno en el medio, Sosa aparecía para abortar cualquier situación de peligro.
Pero le faltaba rematarlo a la Academia. Cerda tapó un tiro de media distancia de Sosa, de un desborde de Rojas casi llega un gol en contra y Almendra sacudió el travesaño.
Hasta que llegó el penal, un error del árbitro Roberto Pérez que corrigió el VAR. Maravilla quedó mano a mano y Cerda lo derribó. El peruano dijo “siga, siga”, pero la tecnología no falló. Tampoco Quintero, que definió de zurda.
Racing ahora espera más tranquilo el duelo en el Cilindro, justo cuando más cuestionado estaba su entrenador. Sí, justo Costas, un emblema celeste y blanco que supo ser campeón internacional. Su meta es repetir aquella inolvidable gesta de 1988.