Estudiantes 0 - Athletico Paranaense (Brasil) 1 - Copa Libertadores 2022

EL EQUIPO BRASILEÑO CONVIRTIÓ EL GOL EN EL MINUTO SEIS DE ADICIÓN

Paranaense eliminó a Estudiantes en el descuento y con polémicas

Al equipo de Zielinski le anularon un gol de Lollo por offside, VAR mediante. Le faltó audacia ofensiva.

Se lamentará mucho Estudiantes en los próximos días. Ahora hay agradecimiento en el colmado estadio UNO, pero también bronca contenida. Y es que el Pincha dejó escapar una chance inmejorable: no se animó a atacar con fuerza a un débil Athletico Paranaense y lo perdió en la última jugada del partido, con un gol de Vitor Roque, un juvenil de 17 años que es seguido de cerca por Real Madrid.

Les faltó pimienta a Estudiantes y a Athletico Paranaense y el fuego con el que comenzó el partido, iniciado con esas muchas bengalas que prendieron los hinchas para acompañar al micro hasta el estadio, se fue apagando con el correr de los minutos. Se quedó en promesa la primera parte de la vuelta de cuartos de final entre argentinos y brasileños y con la sensación de que ambos se guardaron mucho. Y para ganar la Copa en algún momento hay que dar un plus ofensivo, una muestra de ambición.

El duelo fue como un partido de truco con jugadores correctos, no mentirosos, y temerosos. No quiero y no quiero; solo quiero y voy al frente si las cartas acompañan. Así, se miraron Estudiantes y Paranaense, se dejaron manejar la pelota con la premisa de no sufrir atrás. Por eso casi no hubo situaciones de gol.

Tal vez el local debió apostar algo más. El conjunto que comanda Ricardo Zielinski no aprovechó el fervoroso clima y dejó que todo se aplaque. No se movió del 5-4-1 el Ruso y al equipo le sobraron futbolistas de corte defensivo, que se posicionaron siempre detrás de la línea de la pelota cuando atacaban. Pablo Piatti quedó muy solo para elaborar porque Fernando Zuqui estaba lejos de él y porque Leandro Díaz no es un delantero que descienda para asociarse. En definitiva, Estudiantes le rezó a la bendita pelota parada, esa que tantas alegrías le dio. Casi tuvo su premio sobre el final, con un disparo de derecha de Morel que desvió al córner Bento y con un cabezazo de Rogel que se fue por arriba del travesaño. Unos minutos antes, el propio zaguero uruguayo desperdició una clara tras capturar un rebote dentro del área, pero su remate se fue al lado del palo.

Paranaense llegó a La Plata con el objetivo de no perder: llegar a los penales era algo parecido a ganar para los comandados por Luiz Felipe Scolari. El laureado entrenador decidió correr al elegante Fernandinho del centro (se movió como interior por derecha en un 4-1-4-1) para incluir un volante más combativo. Toda una declaración de principios. Sufrió poco y no atacó nada el elenco brasileño en la etapa inicial.

Además, Estudiantes lució nervioso sin motivos. Piatti y Díaz protestaron más de lo que intentaron y los defensores visitantes nunca jugaron incómodos. En los instantes iniciales amagó con presionar el León, aunque pronto fue a refugiarse cerca de Mariano Andújar.

Nada cambió en el complemento porque ambos siguieron con la misma postura. Zielinski recién rompió su rígido esquema a los 30 minutos, cuando puso a Mauro Boselli por Godoy para jugar con doble 9.

Es cierto también que el local estuvo más cerca de ganarlo. Hizo un gol, pero fue anulado por posición adelantada y analizado por el árbitro Matonte en el VAR. ¿Qué sucedió? Lollo se quedó con un rebote en el palo, remató al gol y el paraguayo Morel se cruzó en el trayecto de la pelota en off side. Tuvo mala suerte el Pincha porque al arquero le hubiese sido imposible llegar al balón.

La tuvo el ingresado Méndez, mano a mano la tiró afuera. Y en la última, tras un córner, el chico Vitor Roque marcó. Y cayó la certeza: para ganar la Copa, hay que dar algo más.