Barracas Central 0 - River 3 - Copa Argentina 2022

CLARA VICTORIA Y SEÑALES DE MEJORÍA PARA PASAR A OCTAVOS DONDE JUGARÁ CON DEFENSA Y JUSTICIA

Con tres golazos y su mayor jerarquía, River goleó a Barracas y volvió a sonreír

Casco y un doblete de Palavecino aseguraron la clasificación. Gallardo volvió al sistema con muchos volantes y un punta. El equipo dio señales de recuperación.

No era un partido sencillo para River porque tenía poco por ganar y demasiado por perder: un traspié en San Luis contra Barracas Central agigantaría los fantasmas de ciclo cumplido para Marcelo Gallardo. Pero no hay luto ni nada que se le parezca: River goleó 3-0, pasó a octavos de final de la Copa Argentina y envió algunas señales de recuperación.

Corre el mes de julio y Gallardo sigue en búsqueda de la identidad. Porque de eso se trata la crisis futbolística que atraviesa River: no encuentra los modos para parecerse al que fue siempre durante los ocho años que acumula el ciclo del Muñeco. Y tal vez por esa razón el entrenador decidió volver al principio y apostó por el esquema con el que trabajó en la pretemporada veraniega: 4-1-4-1. Sí, el River de los volantes.

Pero los intérpretes son otros porque ya no están Julián Álvarez y Enzo Fernández. Tampoco estuvo el lesionado Enzo Pérez en San Luis. Entonces fue como un empezar de cero, con Rodrigo Aliendro y Lucas Beltrán de titulares, jugadores que defendieron la camiseta de Colón en el primer semestre del año, y con Nicolás De la Cruz y Paulo Díaz entre los suplentes. Y el nuevo River no se pareció mucho al viejo River, aunque existen algunas cuestiones que pueden haber dejado tranquilo al DT.

Fue menos osado y más ordenado River. Es posible que Gallardo haya entendido que un gol en contra en el partido podría ser un golpe demasiado fuerte para el equipo. Así, el de Núñez fue un equipo compacto en sus líneas que se paró en la mitad de la cancha: no presionó alto ni se refugió cerca de Franco Armani. Y la manera de atacar fue por las bandas y con la incorporación agresiva de los volantes para acompañar al único punta Beltrán. No brilló River ni mucho menos, pero mostró una idea.

Fueron buenas las conexiones entre Aliendro y Santiago Simón por la derecha; por izquierda, Elías Gómez y Esequiel Barco insinuaron más de lo que concretaron. De todos modos, conviene colgarle una pequeña medalla al ex mediocampista de Independiente: las pide a todas, aún cuando no le salen las cosas. El gol se gestó por la izquierda y se marcó por derecha; fue de lateral a lateral: centro de Gómez y bombazo de Casco. Fue un ataque masivo de River, que metió 4 futbolistas en el área para conectar el centro de Gómez; después, Casco capturó un rebote corto y la clavó del ángulo derecho de Gagliardo.

No fue abrumador River, ni en situaciones ni en posesión. Pero jugó cerca del arco rival. Un par de acciones de Simón pudieron terminar en gol. Y, como River estuvo bien plantado en su campo, no sufrió en su arco, más allá de un par de pelotas paradas ejecutadas por Iván Tapia. La más clara fue un cabezazo de Bandiera que se fue besando el palo.

Para el complemento, Berti mandó a la cancha a Colmán y a Rincón y partió el equipo para jugar 4-2-4. Falló porque River se adueñó de la pelota y no supo cómo recuperarla. Sucedieron los mejores minutos del millonario. Aliendro se vistió del Beto Alonso, metió un taco de crack y dejó cara a cara a Palavecino para el 2-0. El mismo volante marcó el tercero con un disparo desde 30 metros. Un rato antes, David Martínez fue expulsado por doble amonestación.

Ganó River en San Luis y sería apresurado decir que volvió. Pero evidenció que aún está vivo.