Ferro 0 - Boca 1 - Copa Argentina 2022
EL GANADOR SE CLASIFICÓ A LOS OCTAVOS DE FINAL Y ENFRENTARÁ AL SORPRENDENTE AGROPECUARIO
A la fiesta de la gente poco le importó que Boca haya ganado aun jugando mal
Pasaron 23 años de la última visita a tierras riojanas. Y los hinchas lo disfrutaron aunque el equipo de Battaglia sufrió para lograr el 1 a 0 sobre Ferro, del Torneo Nacional
Se volvió un equipo duro el Boca de Sebastián Battaglia, capaz de ganar sin brillar o de imponerse en un duelo parejo. Juega y gana Boca; a veces jugando bien, otras dejando dudas. Pero vence. Esta vez fue por 1 a 0 ante Ferro con un gol de Villa para pasar a los octavos de final de la Copa Argentina.El partido funcionó como una excusa más allá de que se trató de un juego oficial. Suele regalar emociones únicas el fútbol y clubes grandes como Boca o River agigantan aún más las sensaciones. Para entender la sentencia alcanza con observar el comportamiento de los miles de hinchas de Ferro que se acercaron a La Rioja para ver a su equipo amado jugar nuevamente contra Boca tras 22 años de espera. Y qué decir de los riojanos y el resto de los simpatizantes de Boca que llegaron desde las provincias vecinas para colmar la cancha y también la ciudad; fueron esos mismos que acamparon cuatro días para conseguir una entrada.
Un dato: Boca visitó La Rioja luego de 23 años. La última vez había sido el 6 de abril de 1999 cuando el conjunto dirigido por Carlos Bianchi se impuso por 3-1 (goles de Ibarra, Matellán y el peruano Pereda) ante una selección de la Liga local. Fue emocionante ver el ingreso de los hinchas y como cada uno, con su tonada peculiar, les gritaba a las cámaras de televisión desde dónde llegaban para ver a Boca. Chaco, Corrientes, Salta, Jujuy, Catamarca y Santiago del Estero fueron algunas de las provincias que se escucharon en los gritos. Se insiste: todas con su color de voz personal.
Pero adentro de la cancha Boca, sus jugadores, no devolvieron todo el cariño brindado. Porque el elenco volvió a jugar mal, especialmente en la primera parte. En ningún momento se evidenció la diferencia de categoría y de jerarquía. Fue muy digno lo de Ferro, que lejos de refugiarse cerca de Marcelo Miño salió a plantarse alto y a presionar la salida del rival en algunas ocasiones. El entrenador Juan Branda optó por un 4-4-1-1 con el juvenil Walter Núñez tapando a Alan Varela y con dos extremos profundos como Juan Pablo Ruiz Gómez y Lautaro Giaconne. Justamente el último tuvo la más clara de la etapa inicial: conectó un centro pasado desde la derecha y el balón rebotó en el palo derecho de Agustín Rossi.
A Boca le faltó fluidez en el mediocampo. Los cinco volantes de Ferro fueron demasiado para los tres rivales y la pelota no circuló. Estuvo apagado Guillermo Fernández y Boca extrañó demasiado a Oscar Romero. Entonces todo se resumió a hacerle llegar la pelota a Sebastián Villa por la izquierda. El colombiano alternó buenas y malas porque siempre le doblaron la marca. Igual tiene una velocidad imposible de igualar y cuando pudo correr hizo daño. Por el otro sector, Exequiel Zeballos no pesó. Se sabe que le gusta más arrancar por la izquierda y se evidenció: participó poco y mal y se lo notó desanimado.
Otro punto flaco de Boca fue la presión en la salida de Ferro: sólo Luis Vázquez buscó recuperar alto. Se pareció a un equipo improvisado en ese aspecto porque nunca pudo ahogar de manera coordinada al rival.
En la segunda parte sucedió lo que suele suceder: el elenco de Primera se impone desde lo físico. A Ferro lo prepara físicamente Alejandro Kohan, un profesional con laureles en muchos clubes importantes. Igual no hubo equivalencias y Boca se impuso con sus piernas. Así el partido se disputó sólo en un campo y el ganador empezó a merecer al menos un gol.
Se hizo figura Miño, que le tapó una clara a Zeballos; luego se lució tras un disparo lejano de Villa y desactivó un centro peligroso de Weigandt.
A Sebastián Villa lo externo parece no afectarlo en su rendimiento. El delantero llegó a esta ciudad con la noticia fresca del pedido de detención por parte de la fiscal Vanesa González en la causa que se lo investiga por el abuso sexual a una joven. Se especuló incluso con que no jugaría. Pero no sólo saltó al terreno de juego, sino que fue la figura y salvó a Boca de ir a los penales. El gol llegó recién a los 33 minutos, pero Boca lo merecía desde antes.
Salió mal Ferro desde el fondo, Guillermo Fernández recibió solo dentro del área y se la pasó a Villa que amagó una vez y la clavó en el ángulo izquierdo de Miño.
A Ferro no le quedó físico para ir a buscar el empate, aunque sí le sobró orgullo para hacerlo. O para intentarlo, al menos. Entonces el elenco de Caballito fue a puro centro y empuje. Contó con una clarísima, pero Rossi tuvo una aparición fenomenal: metió un manotazo tras un desvío de Arena a menos de un metro de distancia.
Boca dio un paso en falso respecto de su funcionamiento colectivo. Pero no deja de ganar, no sufre goles en contra y sigue firme cumpliendo sus objetivos de la temporada. No es poca cosa.