Corinthians (Brasil) 0 - Boca 0 - Copa Libertadores 2022
UN EMPATE IMPORTANTE ANTE CORINTHIANS; EL MARTES LA VUELTA
Boca se trajo un empate valioso de Brasil, pero en el final estuvo cerca de ganarlo
El 0-0 vale, teniendo en cuenta el nivel del rival y que definirán en la Bombonera. En el primer tiempo, Agustín Rossi atajó un penal que hubiera podido cambiar el partido. Después, el equipo de Battaglia exigió a Cassio y estuvo cerca del triunfo.
El empate tiene un gran valor. Porque se consiguió de visitante, en un estadio difícil, frente a un rival con historia y superó la mayor adversidad, el penal que tapó Agustín Rossi. Sin embargo, a la hora del balance, Boca lamentará no haber podido quebrar a Corinthians. A fin de cuentas, mereció algo más en su excursión a Brasil. Lo buscó en el segundo tiempo, cuando fluyeron los espacios y el conjunto paulista bajó el nivel, sobre todo en los últimos 25 minutos. Por momentos, fue superior. Y el gigante Cassio se mostró inexpugnable cada vez que pisaron su área. El mano a mano, parejo, se resolverá la semana que viene en la Bombonera.Lo mejor del primer tiempo sucedió en el final, cuando Corinthians parecía algo más desinhibido. Entonces, tuvo la chance más clara gracias a un grosero error de Marcos Rojo. El defensor quiso rechazar una pelota llovida y buscó como referencia el cuerpo de Gustavo Mantuan. Sin embargo, le pegó un manotazo en la cara al volante brasileño, que cayó desplomado. Roberto Tobar cobró sin hesitar. Era un momento caliente y apareció, una vez más, Rossi.
Como si se tratara del Goycochea moderno, ya corporizado en un especialista, voló hacia su costado derecho para detener el disparo de Róger Guedes. Y la respuesta de Boca fue un desborde de Sebastián Villa, un remate de Darío Benedetto y la intervención de otro excelente arquero, el inoxidable Cassio, que sacó un guante de la galera para mandar la pelota al córner.
Todo lo que sucedió antes de esas dos jugadas fue un compacto descartable. Ideal para los amantes de la táctica. Un horror para el espectáculo. Porque Corinthians y Boca se conocían de la fase de grupos. Por eso se midieron como los boxeadores, no se tiraron trompadas de entrada. Tomaron más precauciones que riesgos. Y aunque el Timao tuvo algo más la pelota (51% a 49%, 55% a 45% en el global), se ocupó de no desordenarse y cubrir los espacios que podía aprovechar su rival azul y oro por las bandas, donde Exequiel Zeballos y Villa lucían amenazantes por su velocidad.
No obstante, el santiagueño y el colombiano poco pudieron profundizar, con la excepción de dos jugadas en las que Benedetto anticipó en el área; la primera, con un cabezazo. La segunda, ya comentada, el centro de Villa y el remate del Pipa. En ambas ocasiones, controló Cassio.
Y si no pudieron desequilibrar los extremos de Boca se debió a la disposición estratégica de Sebastián Battaglia. El técnico xeneize eligió plantar un 4-1-4-1 en el que los dos rapiditos tuvieron que retroceder para intentar contener a Fagner y Lucas Piton, los laterales que juegan lanzados.
Con el respaldo de Luis Advíncula de un lado y Agustín Sández del otro, casi no pesaron los brasileños por los costados. El único que rompió la monotonía, un rato antes del penal, fue Adson, quien metió una diagonal de derecha a izquierda y metió un zurdazo que se perdió lejos del arco de Rossi. Fue después de un envío cruzado, otro de los recursos que mostraron los brasileños.
El segundo tiempo tuvo otro ritmo. Y Corinthians casi anota en el mismísimo arranque, pero Rojo compensó su error en el penal con dos salvadas magníficas. Willian armó una jugada bárbara a pura gambeta y Giuliano y Mantuan, en la puerta del área chica, no pudieron con el zaguero. Enseguida, Óscar Romero sacudió de tiro libre. Nuevamente, esta vez ante el paraguayo, voló Cassio para descolgar la pelota del ángulo.
Ya no había tantos reparos. Había campo abierto y se explotaban los costados. Se reclamaron dos supuestos penales. Uno de Sández a Adson y otro por una mano de Bruno Méndez, reemplazante del lesionado Fagner. Resultaron aciertos de Tobar y el VAR en una coincidencia más que fonética.
Boca comenzó a generar mayor preocupación para Corinthians. Sobre todo, con los lanzamientos de Romero, la velocidad de Villa y la movilidad de Benedetto. Los centrales locales respondieron. Cassio, ni hablar. No fueron muchas llegadas, pero las suficientes para inquietar.
Cerrado, con pocas emociones, bien copero. Corinthians y Boca desde el pelo hasta la punta de los pies y dejaron la serie abierta.