Boca Juniors Campeón Copa Argentina 2020
UNA FINAL MUY POBRE Y CASI SIN SITUACIONES DE GOL, QUE DEBIÓ DEFINIRSE DESDE LOS DOCE PASOS
La vieja mística de Boca en los penales le dio la alegría de llevarse la Copa Argentina
Como tantas otras veces, acertó en la definición. Rossi hizo la diferencia atajándole el remate a Fértoli. El partido fue malo, más peleado que jugado. Talleres no supo hacer valer el hombre de más que tuvo desde la expulsión de Ramírez.
Los penales y Boca, esa historia de amor como no hay otra igual. La sensación es inequívoca cada vez que el xeneize llega una definición desde los doce pasos: ganará. Hay una mística que se transmite o está en el aire. Fue de mala para muy mala la final contra Talleres. Casi no pateó al arco el equipo de Sebastián Battaglia. Pero luchó para llegar a la definición y Agustín Rossi se vistió de héroe para atajar uno. Estuvieron certeros los ejecutores de Boca, que ganó 5-4 y se consagró campeón de la Copa Argentina.Es un lugar común pero válido: no se jugó el partido, se peleó. Salió fea la final, cargada de nervios. Algunos números son perfectas pinturas para entender lo que sucedió en el Madre de Ciudades: se cometieron 20 faltas (una cada 2, 25 minutos), hubo cuatro amonestados, apenas patearon una vez al arco (Valoyes, a los 41’) y existieron cuatro encontronazos entre futbolistas (Auzqui-Rojo, Pérez-Villa, Campuzano-Valoyes y Martino-Advíncula). El resultado de la etapa inicial, entonces, no podría ser otro que el 0 a 0.
Jugaron mal Talleres y Boca por la tensión de la final y también porque cambiaron sus maneras. Alexander Medina dejó de lado el 4-2-3-1 y apostó por un 4-4-2, con Auzqui en la misma línea que Santos. Con el nuevo dibujo pesó menos Valoyes, que tuvo un punto de inicio un poco más retrasado. Y tomó recaudos el Cacique y casi no mandó al ataque a Tenaglia, por lo que la T se plantó siempre con 3 en el fondo. Abusó de las pelotas largas, además, porque los dos volantes centrales, Villagra y Méndez, estuvieron nerviosos. Inquietó solo con algún córner y con el remate lejano de Valoyes que casi termina en gol por un error de cálculo de Rossi.
Boca, por su parte, se paró con un 4-3-3. Esta vez, Cardona fue un enganche, pero partiendo desde el extremo izquierdo. Porque no se puede aseverar que el colombiano fue wing. Lógicamente, participó menos, pero las poquitas buenas de Boca (algún pase filtrado, un par de centros, un cambio de frente) se gestaron desde su cabeza y su pie derecho. Fabra no tuvo el sendero liberado y no pasó al ataque. Tampoco fluyó el juego de los interiores Almendra y Ramírez. El dato también grafica: Boca no pateó al arco en el primer tiempo.
Hizo algo bueno el elenco de Battaglia: no permitió las largas corridas de Talleres. Se sabe que los cordobeses se hacen fuerte en esa faceta del juego y Boca bloqueó esa posibilidad.
Había arrancado un poquito mejor Boca en el complemento, soltando más a los laterales y juntando pases en el mediocampo. Se paró unos metros más adelante. Pero no encontró caminos para generar situaciones. Todo se desmoronó cuando Juan Ramírez se fue expulsado por doble amonestación. Otro juego arrancaba.
Pero le volvió a quedar grande un partido a Talleres. Tiene que levantar ese pagaré el Cacique Medina. Como contra River en el torneo local, jugó en ventaja numérica largos minutos y no supo qué hacer. Volvió a retener al doble-cinco de contención y tardó demasiado en incluir a Retegui a la cancha. Manejó la pelota sin ningún sentido; ni siquiera mandó pelotas largas al área.
Fue inteligente Boca para hacer correr los últimos 20 minutos sin que nada pasara. Se pinchó el juego y uno a uno los jugadores se fueron cayendo para hacer tiempo. Battaglia utilizó los 5 cambios. Tuvo maña Boca, experiencia. Y aguantó sin recibir remates al arco.
Se conformó Talleres también con llegar a la definición por penales. Acaso hayan sido los únicos que no se enteraron que Boca es matador en ese tipo de definiciones. Rossi le atajó el segundo a Fértoli. Metieron Rojo, Izquierdoz, Pavón y Sandez. El definitivo le quedó a Toto Salvio, que la clavó en el ángulo y gritó campeón.
¡¡Felicitaciones Xeneize!!