Peñarol (Uruguay) 1 - Vélez 1 - Copa Sudamericana 2020
INCREÍBLE DEFINICIÓN EN MONTEVIDEO
Un penal por lado sobre el final y el gol de visitante que hizo feliz a Vélez
Sin VAR, dos errores del árbitro. Acertó Thiago y luego Rodríguez. En la ida fue 0-0 y el 1-1 clasificó a los de Liniers.
Por ese penal de Thiago Almada, Vélez se clasificó a los octavos de final de la Copa Sudamericana donde se medirá ante Deportivo Cali. Fue a raíz de una falta inexistente de Fabricio Formiliano sobre Ricky Centurión. Compró el brasileño Flavio Rodríguez de Souza. Y el pibe no falló.Después, llegó otro invento del referí. Facundo Torres se tiró encima de Alexander Domínguez que fue abajo a achicar. Tal vez culposo, Rodríguez de Souza cobró infracción del arquero ecuatoriano. Cebolla Rodríguez lo empató. Sin embargo, pesó el gol de visitante porque en Liniers habían igualado 0 a 0.
Todo sucedió en el instante final. En dos minutos vertiginosos y por los errores de un juez sin VAR. Todo lo que sucedió antes de esos dos goles fue un partido aburrido, despojado de emociones.
Peñarol jugó mejor en el primer tiempo, pero se repitió en el recurso. Su arma más peligrosa fue el tiro de media distancia. Y acertó una sola vez al arco de Domínguez, pero el ecuatoriano salvó ante Terans.
El equipo uruguayo advirtió que la línea de tres hombres que plantó Pellegrino podía tener flaquezas en el sector de Guidara, habitual lateral. Y le jugó con Piquerez y Torres a espaldas de De La Fuente.
El propio Piquerez y Cebolla probaron desde 25 metros, pero no tuvieron puntería.
Vélez fue intenso en la recuperación, pero no fluyó el juego. No le salió el pase claro a Gago. Y no fue profundo ni fue agresivo. Y como le había faltado desequilibrio adelante, Pellegrino optó por Centurión, que jugó muy centrado. Retrocedió Ortega al lateral y armó una línea de cuatro.
Sin embargo, no pesó Vélez. Y el técnico cambió de “9” con el ingreso de Tarragona por Lucero. Más tarde entraron Almda y Ricky Álvarez. Con Thiago hubo más movilidad. No obstante, le costó penetrar. Dawson manoteó un zapatazo de Centurión. Todo a los penales; nadie imaginaba que los cobraría el árbitro. Almada hizo el suyo y el de Cebolla no pesó.