Vélez 0 - Peñarol (Uruguay) 0 - Copa Sudamericana 2020
EMPATE SIN GOLES EN LINIERS AUNQUE LOS DOS CREARON SITUACIONES
Al nuevo Vélez le faltó rodaje para quebrar a un Peñaron con más ritmo
El local sintió el parate. Sólo jugo amistosos. Los uruguayos vienen de participar en la Libertadores.
El regreso en Liniers fue con un 0-0 ante Peñarol, que dejó al conjunto argentino con un sabor agrio por el resultado, porque no jugó un buen partido y porque, así y todo, tuvo la chance de ganar en el final pero Dawson le sacó un cabezazo a Centurión en el área chica.A semejanza de su antecesor, Pellegrino puso a un equipo que asumió el protagonismo, con tintes europeos, aunque, aún le falta la dinámica del conjunto de Heinze. Claro, ya no están Robertone y Nico Domínguez. Será cuestión de más trabajo y más ritmo de juego con los nuevos intérpretes.
Vélez trató de adueñarse de la pelota y de atacar lo más directo posible. Tuvo sus chances con Galdames llegando libre y con dos remates de Bouzat sin eficacia. Sin embargo, también sufrió. Sin buenas coberturas defensivas, Peñarol aprovechó los espacios: Terans se lo perdió abajo del arco y un remate de Britos pegó en el palo. El partido se hizo de ida y vuelta.
Y en esa vorágine, a la defensa de Vélez y a Gago (volvió a jugar tras nueve meses) les costó hacer pie. Entonces, Peñarol lanzaba a sus extremos (Urretaviscaya y Torres), y Britos se movía por todo el frente de ataque. También, Piquerez aportaba en ataque con sus trepadas por la izquierda. Así, al conjunto local se le hacía difícil tomar bien las marcas. Los movimientos de Vélez empezaron a ser cada vez más lentos y previsibles.
Vélez necesitaba movilidad y sorpresa. Pellegrino mandó a la cancha a Ricky Álvarez y a Centurión para buscar pase filtrado con uno y dinámica y profundidad con el otro, respectivamente. Sin embargo, no lograron cambiar nada en el juego. Recién consiguió algo del vértigo buscado con el ingreso del pibe Orellano pero no fue suficiente.
Peñarol tuvo sus oportunidades pero el palo le negó el gol. Y Vélez, al final, casi logra la diferencia en ese cabezazo de Centurión en el área chica que tapó Dawson.
Peñarol se afirmó en la fortaleza de su línea defensiva y se aferró al cero. El empate sin goles le sentó mejor al conjunto uruguayo, lógicamente. Pero Vélez cuenta con un arma de doble filo para la revancha: el gol de visitante. Tendrá que ir a buscarlo a Montevideo para complicar a su rival. Eso sí, antes de soñar con la clasificación a la siguiente ronda, tendrá que revisar varios aspectos de su juego. Y encontrar el ritmo que todavía no pudo encontrar.