Independiente 1 - Atlético Tucumán 0 - Copa Sudamericana 2020

VICTORIA EN LA IDA, CON UN MARCADOR CORTO

Independiente con alegría por el resultado, pero vacante en el juego

Ganó con un gol de penal de Silvio Romero. No tuvo fluidez y jugó con uno más casi todo el segundo tiempo.

Desde el resultado, una alegría el regreso al ruedo con un triunfo y la valla en cero de local; desde el juego, una deuda grande que entre imprecisiones y dudas no le permitió aprovechar el jugador demás que tuvo durante casi un tiempo. Independiente ganó y nada más.

Había quedado rápidamente atrapado y sin salida a la vista en la encrucijada de los tucumanos, el Rojo que para la gala copera nocturna se trajeó de negro. Ricardo Zielinski no ofreció sorpresas y planteó lo que mejor saben hacer sus equipos: esperar en el molde del 4-4-2 y forjar desesperación rival desde el orden.

Lo preocupante en ese comienzo desorganizado del local fue que justamente sabía que los papeles del partido iban a estar escritos con esta letra. Entre imprecisiones y falta de movilidad, Independiente tardó en perforar los paredones de Atlético, que en unos minutos iniciales intentó presionar aunque luego se retrasó.

Poco y nada había pasado hasta que una imprudencia de Jonathan Cabral dentro de su área terminó en penal sobre Federico Martínez. Cabral se arrojó con los dos pies para adelante, llevó la pelota, pero inmediatamente también golpeó las piernas del uruguayo.

Christian Ferreyra, el árbitro, no dudó y cobró la falta. El goleador, Silvio Romero, no falló y puso el 1-0. El premio fue para el que buscaba a pesar de todo. Sin tanta conexión entre sus hombres más inquietos y con un Chino Romero que debía retrasarse para encontrar el balón, Independiente llegó y le sacó jugo a la chance, Atlético volvió al ruedo con el marcador en contra. Tuvo que salir de la zona de confort y vestirse de protagonista. Desde el juego, al menos, lo logró de inmediato. Adelantando varios metros sus líneas, el Decano mereció un grito que no llegó antes del cierre del primer acto.

Lucas Melano emuló a Gareth Bale (lució un rodete muy similar al delantero del Tottenham) y con una espectacular volea hizo lucirse a Sosa. Javier Toledo se perdió otra tras un lindo taco de Augusto Lotti. Y un desborde de Fabián Monzón le dio otra chance a Toledo, que no aprovechó.

La expulsión de Ramiro Carrera, por doble amonestación, parecía allanarle el camino al Diablo. Sin embargo, tampoco supo sacar ventaja de ese hombre de más. Atlético debió reordenar sus cartas y dejar solamente a Toledo como punta para mantener las dos líneas de cuatro hombres. Así y todo, Melano, el más claro de los visitantes, se las ingenió para producir riesgo y complicar a Sosa otra vez con un tiro desde afuera.

Alan Velasco, el pibe del que todos hablan en la Avellaneda roja, hizo levantar del sillón a los hinchas en sus casas con cada arremetida arrancando desde la izquierda. Atrevido. Gambeteador. El joven de 18 años por quien apostó Pusineri encaró siempre y casi marca un golazo cuando tiró la diagonal y sacó un remate que se fue apenas al lado del palo derecho del Laucha Lucchetti.

Del otro costado, Jonathan Menéndez no puso pesar a espaldas de Monzón y por eso el DT decidió sacarlo para ver si Domingo Blanco cumplía esa misión: en sus primeras dos intervenciones desbordó dos veces por la derecha.

La energía de Atlético, lógicamente, decayó y con uno menos se replegó en el tramo final. Pero el agotamiento también invadió a Independiente, que se abrazó a un 1-0 que espera que le dé confianza para mejorar de cara a lo que viene.