Unión 3 - Atlético Mineiro (Brasil) 0 - Copa Sudamericana 2020

LE GANÓ 3-0 A LOS BRASILEÑOS EL PARTIDO DE IDA DE LA COPA SUDAMERICANA

En su noche soñada Unión goleó a Mineiro y va cómodo a la revancha

Sacó buena renta con los tantos de Bou, Cabrera y Carabajal. Y Moyano hasta atajó un penal sobre la hora.

Agobiante. Electrizante. Insufrible. No fue el calor lo que descolocó a Atlético Mineiro en su visita a Santa Fe, sino Unión. Implacable cada vez que tuvo la pelota, la fortaleza de sus hombres en ataque fue la clave para aprovechar las debilidades de la última línea del equipo brasileño. Así, el equipo de Leonardo Madelón, que el domingo recibirá a River por la Superliga, se quedó con un triunfo claro y tranquilizador de cara al duelo en Belo Horizonte del jueves 20.

El Tatengue fue certero y pegó en los momentos justos: en los inicios de cada tiempo y antes de irse al descanso. Lo hizo gracias al exquisito juego de Gabriel Carabajal, la potencia de Walter Bou y la velocidad de Javier Cabrera. Cada uno con su gol y con su calidad -sumado a la precisión de Sebastián Moyano en cada una de sus intervenciones debajo de los tres palos- fueron clave para que el triunfo siempre estuviera del lado del local y no corriera peligro.

Parecía que el equipo de Rafael Dudamel iba a ser el encargado de manejar los tiempos y el juego. Así lo mostraba la posesión del arranque. Sin embargo, en la primera chance que tuvo, Unión lastimó. Y mucho tuvo que ver que su rival se quedara protestando una infracción previa a un lateral desde el que llegó, finalmente, el dominio y la definición de media vuelta del impecable Bou. Y fue él también el que vio, a los 43, que Cabrera se escapaba por la derecha para meterle el pase preciso para el 20, sin necesidad de jugar con Troyansky en el centro del área.

La alegría la terminó de completar Carabajal, que demostró por qué es el dueño de la 10 tatengue: bajó sin dificultades entre los centrales un tiro libre jugado al área y definió ante la salida de Michael, un arquero que sufrió tres goles pero evitó varios ante la pasividad de sus compañeros.

Más aún se lució Moyano en el área chica, por ejemplo, con aquella doble tapada a Jair y a Réver y, fundamentalmente, en la última del partido atajándole un penal a Allan.

Fue, en definitiva, un arranque soñado en su segunda participación internacional ante un equipo que hace solo un año supo ser semifinalista.