Fortaleza (Brasil) 2 - Independiente 1 - Copa Sudamericana 2020
CLASIFICACIÓN AGÓNICA Y UN POCO DE PAZ
Cuando todo se complicaba, Independiente encontró el alivio en la última jugada
El equipo de Pusineri perdía 2-0 con Fortaleza y se despedía del torneo. Pero sobre el final apareció Bustos y el gol de visitante, tras el 1-0 de la ida, le dio el pase de ronda.
Independiente es el Rey de Copas y por eso hay que respetarlo hasta el final. Es ley. Ganaba Fortaleza en Brasil 2-0 y se clasificaba a la siguiente instancia de la Copa Sudamericana. Estaba más cerca del 3-0 el local que del descuento el visitante. Pero en el minuto final Fabricio Bustos y Alan Velasco entraron al área a puro toque y el lateral derecho definió de manera sorpresiva al primer palo de Felipe Alves y logró el descuento salvador. Fue 2-1 y el conjunto de Avellaneda, que había ganado 1-0 en la ida, superó la serie por haber marcado un gol en condición de visitante.Habían pasado los primeros 15 minutos sin sufrir demasiado Independiente. El conjunto de Lucas Pusineri logró calmar la euforia de los miles de hinchas de Fortaleza, que colmaron el estadio, con un 4-4-2 y con una idea conservadora. Aguantar atrás, salir de contra y dejar correr el tiempo fueron los objetivos del conjunto de Avellaneda. El plan estaba saliendo bien, hasta que Lucas Romero se relajó un segundo y los brasileños no perdonaron. Y es que el mediocampista demoró un pase con su equipo lanzado en ataque y en la contra el desequilibrante Osvaldo -que jugó un partidazo en el Libertadores de América- quedó mano a mano con Fabricio Bustos y el defensor lo derribó dentro del área luego de una gambeta. Penal y gol de Juninho. Iban 23 minutos de la primera etapa.
Intentó ser arrollador el local. La derrota 1-0 en la ida no le dejaba otra opción. Independiente aguantó casi sin sufrir. Es cierto que el local manejó la pelota en campo rival, pero sin llegar a inquietar. En la única de verdadero riesgo, Martín Campaña le contuvo una media vuelta al centrodelantero David. Pasó el tiempo sin emociones e Independiente se fue soltando. Tuvo mala suerte porque en ese instante Romero perdió el balón en mitad de la cancha y Osvaldo pudo quedar mano a mano con Bustos y con espacio por primera vez en la noche. Fue letal.
El gol, de todos modos, no lo desenfocó a Independiente: mantuvo el plan. Fortaleza siguió manejando la pelota sin el apuro del resultado en contra. Pero no generó situaciones de riesgo. Y sobre el final lo pudo empatar el Rojo con una contra que manejó Silvio Romero y que culminó con un potente disparo de Leandro Fernández, que el arquero Felipe Alves mandó al córner con un manotazo.
En la segunda parte, Independiente se adelantó unos metros y decidió jugar golpe por golpe. Fue una movida riesgosa de Pusineri porque dejó más espacios en defensa. Osvaldo encontró mal parada a la defensa y en ambas oportunidades Campaña evitó el gol. El Rojo tuvo las suyas en ese ir y venir. Fabricio Bustos probó a Alves con un remate lejano y el propio arquero le ahogó el grito a Leandro Fernández después de una jugada preparada desde el córner.
Se cansaron los jugadores de Independiente en los últimos minutos y ahí aprovechó Fortaleza. Creció la figura de Alan Franco, que salvó en varias oportunidades a sus compañeros con cierres desesperados. También tuvo suerte el conjunto de Brasil. Romarinho era uno de los mejores del juego y debió abandonar el campo de juego por una molestia muscular. Parecía un alivio para el Rojo. Pero Marlon, el que ingresó, puso el 2-0 en la primera pelota que tocó, tras un centro atrás de David. Sí, entró a los 33 y facturó a los 34.
Metió mano en el equipo Pusineri con los ingresos de Andrés Roa y Cecilio Domínguez. Otra vez tardó demasiado en oxigenar al equipo el entrenador del conjunto de Avellaneda: al paraguayo lo puso a los 30 minutos y al colombiano a los 39. Con más orgullo que claridad, el Rojo fue en búsqueda del gol que lo clasificara. Fue Alexander Barboza a jugar de atacante junto a Silvio Romero. Y el milagro llegó de la manera menos pensada, porque Velasco y Bustos armaron un jugadón por derecha y el lateral, que había llegado al fondo, decidió patear al arco en lugar de enviar el centro atrás. Fue un engaño exacto: Felipe Alves se jugó a cortar el pase y el balón se le metió por el primer palo, previo mini desvío en Melo.
Perdió Independiente en Brasil pero ganó: no solo porque se clasificó para una nueva instancia de la Copa Sudamericana, sino porque también ahuyentó a muchos de los fantasmas que lo acosaban y ahora tendrá una semana en paz.