Deportivo Binacional (Perú) 1 - Independiente 2 - Copa Sudamericana 2019
HABÍA GANADO 4-1 EN AVELLANEDA Y ANOCHE SE IMPUSO EN AREQUIPA
Otro triunfo cómodo de Independiente para cumplir con el trámite
La clasificación en un partido sin riesgo le da aire fresco al plantel y es un sostén para el técnico Holan.
Clasificar a la Copa Libertadores 2020, ganar la Copa Superliga y avanzar a la segunda ronda de la Sudamericana. Esos fueron los objetivos que Independiente se planteó al comienzo de este año para cumplirlos en este primer semestre. Pero apenas pudo conseguir uno de ellos. El Rojo sigue en la Sudamericana. Hizo valer el 4-1 conseguido en la ida ante Deportivo Binacional, y con el 2-1 en tierras peruanas terminó holgado la serie, con un global de 6-2. Ahora, espera rival en el sorteo que se realizará el 13 de mayo en Asunción.La Sudamericana es un bálsamo para Ariel Holan. Es que el técnico fue muy cuestionado. Por sus decisiones futbolísticas (y su manejo de grupo). Se generó un desgaste, potenciado por las frustraciones en el ámbito local. Encima, Racing fue campeón... En ese marco, Holan analizará su futuro. Lejos ya quedó aquella Sudamericana que lo elevó a un pedestal en el club tras ganarla en 2017, la segunda que consiguió el club y que, junto a la obtención de la Suruga Bank en Japón, llevó al Rojo a sentirse nuevamente Rey de Copas, sumando 18 títulos en el plano internacional en la era moderna.
Holan cuenta con el respaldo de los principales dirigentes del Independiente. Y el DT ya dijo que “todo sigue como hace un tiempo”. Es decir, que por su cabeza pasa la idea de cumplir con el contrato que tiene hasta 2021. Aunque, él mismo sembró algunas dudas al comentar que iba a hacer un balance al finalizar el semestre. Y en las últimas horas surgieron rumores acerca de ofertas que podrían llegarle. ¿Primará más su sentimiento por el Rojo y su intención de ir por otra Copa?
A pesar de que la serie estaba prácticamente resuelta con lo hecho en el Libertadores de América, a Holan se lo vio eufórico por el triunfo sobre los 2.335 metros de altura de Arequipa. El primer gol, el de Pablo Hernández, lo gritó fuerte y enseguida se dio vuelta y salió corriendo a abrazar a Leandro Stillitano, su ayudante de campo. El segundo, el del paraguayo Cecilio Domínguez, apretó los puños y también enrojeció sus cuerdas vocales.
Anoche, el equipo argentino se mostró suelto a pesar del cansancio que genera jugar a tantos metros de altura. Supo administrar el oxígeno y administrar los tiempo. Después de un primer tiempo discreto, en el que contó con una gran chance tras un muy buen remate desde lejos de Pablo Pérez que hizo revolcar al arquero y la pelota terminó dando en el travesaño, Independiente salió con todo en el complemento para terminar de liquidar la serie. Y lo hizo en los primeros diez minutos de la segunda parte.
Así, no hubo suspenso en la serie. Y mucho se debió a que en ningún momento hubo equivalencias entre un equipo y otro. La evidente jerarquía de Independiente sobre un limitado equipo peruano se impuso. Ni siquiera le generó molestias al Rojo el gol que Héctor Zeta le hizo a Milton Álvarez (entró por Martín Campaña) para descontar.
El conjunto de Holan, que llegaba envuelto en dudas por la eliminación en la Copa Superliga frente a Argentinos, encontró un alivio y un sostén en la Sudamericana, esa Copa que vuelve a ser el objetivo principal en este momento, casi que como una obsesión para el Rojo. Y tal vez sea el mejor sostén para asegurar la continuidad del entrenador cuando el mismo Holan haga su balance personal. Todo está por verse.