Internacional (Brasil) 2 - River 2 - Copa Libertadores 2019
LUEGO DE ESTAR DOS GOLES ABAJO, EL EMPATE ES UN GRAN ENVIÓN ANÍMICO PARA EL CAMPEÓN
A River le salía todo mal pero se corrigió a tiempo y alcanzó un empate muy valioso
Le dio demasiadas ventajas en defensa al Inter en el primer tiempo. Pero Gallardo hizo dos variantes juntas y le cambió la cara al equipo, que llegó al 2-2 con un penal y un tiro libre.
Por cómo se dio el partido, River se vuelve de Porto Alegre con una sonrisa. Es que estaba dos goles abajo cuando iba media hora de juego. Y -se sabe- no es para nada fácil levantar un 0-2 en tierras brasileñas, sobre todo ante un duro equipo como Inter. Sin embargo, una vez más, el equipo de Marcelo Gallardo le hizo frente a la adversidad. Y a diferencia de lo que le pasó a Boca con Paranaense la noche anterior, ese resultado adverso no se transformó en una goleada, sino en un empate que lo mantiene en carrera.Como aquel ante Tigres en México en 2015. Eso sí, para hacerlo valer, ahora tendrá que superar a Alianza Lima el próximo jueves en el Monumental e ir a definir casi que mano a mano con Palestino, el 24 de este mes. River quedó tercero en el grupo A, un punto por debajo del equipo chileno. Luego de esa “casi final” cerrará en Núñez con Inter.
El de ayer era para River uno de esos partidos en los que nada salía y todo se pagaba caro. Era una noche negra de la defensa y para colmo no estaba Franco Armani que tantas veces se había convertido en héroe. Era de esos encuentros en los que parece que todo se encaminaba a un duro cachetazo, como le había pasado a Boca en Curitiba.
Sin embargo, una vez más, el equipo de Gallardo se levantó. Como sucedió hace poco también en Porto Alegre para levantar un 0-2 en la serie ante Gremio y meterse en la histórica final que luego le ganó a Boca. Y una vez más la mano del técnico (volvió a dirigir desde el banco de suplentes en un partido de Libertadores tras 162 días) apareció para dar un golpe de timón, modificar nombres, esquema y desde ahí el rendimiento hasta llegar al 2-2 final.
De todos modos, River había arrancado mejor parado en el campo de juego con Nacho Fernández activo en el medio, pero fue D'Alessandro el que cambió el ritmo con un par de sus arranques típicos, con una boba (su jugada característica) a Angileri, incluida. Y en el primer ataque a fondo, al Inter le alcanzó con dos pelotas cruzadas al área para festejar el 1-0. Pinola dudó y Nicolás López, a puro olfato goleador, corrigió un centro mordido de Iago para abrir la cuenta.
La practicidad de los brasileños dejaba al desnudo un partido para el olvido de los defensores de River. Fue Martínez Quarta el que quedó expuesto en el ataque directo y letal del 2-0. Edenilson se filtró por el medio como una flecha y definió seco para dejar sin chances a Germán Lux. Dos tiros al arco y dos goles. Y la sensación de partido liquidado cuando aún no había finalizado la primera parte.
Pero si hay algo a lo que se acostumbró River en los últimos tiempos, y más aún en partidos de Copa, es a no bajar los brazos. El descuento de penal (hubo mano de Edenilson tras un tiro libre de Ferreira) de Lucas Pratto renovó la fe en el momento justo y minutos antes de ir al descanso. Previamente, el árbitro uruguayo Ostojich ignoró otro claro penal de Rodrigo Dourado a Zuculini.
El diagnóstico del mal primer tiempo de River fue la reacción de Gallardo en el entretiempo: el Muñeco realizó dos variantes juntas para jugar el complemento. Mayada entró por Martínez Quarta y De la Cruz por Ferreira. Pero la modificación no fue sólo de nombres sino también de esquema ya que pasó a jugar con tres defensores (Montiel, Zuculini y Pinola) y mandó a los laterales (Mayada y Angileri) al medio.
River necesitaba un sacudón y su técnico lo hizo. Otra vez la audacia del entrenador se tradujo en el resultado. Y fue De la Cruz, de los hombres más cuestionados bajo su gestión, quien clavó un tiro libre en el ángulo derecho de Lomba y puso el 2-2.
Tras ese gol, el encuentro se hizo de ida y vuelta. Aunque el desgaste físico de ambos generó imprecisiones en los últimos metros, el resultado fue incierto hasta que el árbitro pitó el final. Con la igualdad, ambos parecieron conformarse. Y River salvó la ropa para seguir en carrera y en la defensa del título.