Nacional (Uruguay) 2 - San Lorenzo 0 - Copa Sudamericana 2018
EN MONTEVIDEO, EL 3-1 DE LA IDA FUE INSUFICIENTE PARA LOS DE BIAGGIO: AFUERA EN OCTAVOS
San Lorenzo no hizo valer la ventaja, jugó muy mal y vuelve vacío de Uruguay
Nacional ya ganaba 1-0 a los 10 con gol de Zunino. Y en el segundo tiempo el ex San Lorenzo Bergessio, la gran figura, sentenció la serie. La visita presionó al final, pero no le bastó.
San Lorenzo no pudo. Esta vez no hubo ni milagro ni épica. Hubo derrota. Y eliminación: con el 2-0, Nacional lo dejó afuera en los octavos de final de la Copa Sudamericana. Es un golpe para un equipo que en la Superliga no comenzó del mejor de los modos (suma siete puntos de 18 posibles) y que ahora deberá apuntar a la Copa Argentina, en la que enfrentará a Estudiantes de La Plata en octavos.San Lorenzo sabía que no iba a ser una cita fácil. No tanto por el 3-1 de la ida, que significaba una ventaja relevante pero no definitiva sino, sobre todo, por el escenario y por la impronta del rival. Nacional de Montevideo es un gigante del Río de la Plata, de América y del mundo. Y se sabe que los duendes de su historia suelen aparecer en el Parque Central, esa cancha donde se disputó la jornada inaugural de la Primera Copa del Mundo, en 1930.
Corresponde decirlo: Nacional no es un equipo de magos ni de magias. No le sobra nada. Pero va. Pero cree. Pero busca a pesar de todo. Un detalle del Clausura de Uruguay cuenta que no se trata de un equipo invulnerable: marcha tercero a siete puntos del líder Peñarol, detrás del escolta Wanderers.
Hubo un momento clave en el encuentro. Sucedió a los diez minutos. Ese gol de pecho convertido por el mediocampista Matías Zunino. Centro desde la derecha de Jorge Fucile -lateral con dos Mundiales en su recorrido, arma capaz de sorprender con sus proyecciones-, cabezazo de Gonzalo Bergessio en el segundo palo, rebote en el palo izquierdo de Nicolás Navarro y aparición de Zunino. Uno a cero. Otro partido estaba en marcha.
No brindó mucho más que eso el equipo local en la primera etapa. No pareció un equipo convencido San Lorenzo. Entre los dos, al cabo, construyeron un desarrollo que poco o nada tuvo de encantador. Algunos destellos de Gonzalo Castro, la intensidad de Bergessio, las proyecciones de Fucile por un lado; la tenacidad de Reniero, apenas, por el otro.
De todos modos, con ese 0-1 a San Lorenzo le alcanzaba con el resultado de la ida, en el Bajo Flores. Pero como tantas veces en el ciclo del Pampa Biaggio, el equipo parece atado con alambre, frecuentemente al amparo del azar (el golazo de Franco Mussis ante Patronato resultó apenas un espasmo épico) o de cuestiones de escritorio (contra Temuco, en el campo de juego, perdió los dos encuentros; pasó la serie por la mala inclusión de Jonathan Requena).
Otro detalle relevante en el desarrollo: a los 36 minutos salió lesionado el capitán Nicolás Blandi, su principal esperanza de gol. Lo reemplazó Alexis Castro, un mediocampista.
Nacional tuvo una ventaja: jamás dejó de creer en que un segundo gol era posible. Y tras esos pasos, fue. Con sus limitaciones. Pero sin vueltas. Vertical, intenso, bravo.
En cualquier caso, el gol llegó casi sin elaboración: pelotazo largo, duda de Marcos Senesi y salida sin convicción de Nicolás Navarro. Cosas del fútbol: los dos jugadores más parejos de los tiempos recientes fallaron. Y entonces apareció el futbolista más influyente del encuentro, Bergessio. No dudó, definió. Y después del grito ofreció un mensaje: hizo el gesto de un teléfono con las manos. Diría luego que fue para un amigo.¿Habrá que creerle? ¿Se habrá quejado de su ex club? Iban 9 del segundo tiempo.
Lo que quedó fue un desarrollo cambiante. Con más torpezas que lucidez. Tuvo su rato El Bolso. Pero no lo resolvió. No supo. Careció de precisión. San Lorenzo, incluso con diez (tras la expulsión de Bautista Merlini, quien duró tres minutos en el campo de juego), estuvo en la cornisa del empate. Lo tuvo Reniero. Lo tuvo Alexis Castro, ya sobre el final. Pero no hubo caso. Esta vez la fortuna se enterró en Montevideo.