Santos (Brasil) 0 - Independiente 0 - Copa Libertadores 2018
EN LOS 80 MINUTOS QUE SE DISPUTARON, EL ROJO NO SUFRIÓ DEMASIADO
Independiente, con el fallo a favor, controló el juego
El 3-0 con el que arrancó le dio tranquilidad. Meza desperdició un penal en el primer tiempo.
Todo terminó mal, como se alertaba que podía ocurrir, pero para Independiente al final resultó el pasaje a los cuartos de final de la Copa Libertadores que anhela convertirla en la octava de su vitrina. Los dirigidos por Holan jugaron con el fallo a favor de la Conmebol y no tuvieron problemas para controlar al Santos, aquí en un Pacaembú que fue una caldera en donde el Diablo se sintió cómodo.No iba a resultar un trámite para el Rojo esta excursión a San Pablo. Más allá del abultado resultado del fallo (3-0), había un partido que jugar, que se presentaba de alto riesgo, sobre todo por el clima caldeado que se generó por el malestar de los brasileños que tomaron como una injusticia lo ocurrido. Y así lo hicieron sentir antes, durante y después de los 90 minutos. Fue un hervidero el Pacaembú y el conjunto local intentó utilizar ese contexto en todo momento. Que la presión comience en las tribunas repletas de camisetas blancas y continúe en el campo con esos cuatro hombres netos de ataque que dispuso el entrenador Cuca.
Carlos Sánchez, que pudo jugar ya que la Conmebol se retractó tres horas antes del encuentro y comunicó que su sanción ya estaba purgada con el castigo al club, fue el encargado de diagramar el juego desde el círculo central y darle velocidad a la transición del medio hacia adelante. Después de un aviso del Diablo con un tiro libre que tapó Vanderlei, Santos tuvo sus chances claras para permitirse pensar en la hazaña copera. Pero se topó con Campaña, que le sacó dos mano a mano a Gabriel Barboza.
Holan trató de contener el ataque paulista con una defensa de cinco hombres, pero no buscó meterse atrás y mantuvo a Silvio Romero, Gigliotti y Meza bien arriba. Eso al menos obligaba a que los laterales del Peixe no pudieron subir con tantas libertades. Le salió bien. Una equivocación de Rodrygo, que entró mal un pase en el medio, dejó a todo Santos mal parado y derivó en el claro penal de Vanderlei a Pablo Hernández. Pero el arquero se redimió ante Maxi Meza y mantuvo las esperanzas encendidas con el penal atajado que en el Pacaembú se gritó más que un gol. El gol de Independiente hubiera terminado la historia definitivamente en el primer tiempo.
De todos modos, a medida que corrían los minutos y el final se acercaba, esa olla a presión que generaba el ambiente se fue alivianando. La gente local pasó de la expectativa absoluta a la resignación ante cada avance frustrado de su equipo, que nunca encontró la claridad necesaria. Con Alan Franco como bastión, Independiente defendió la clasificación.
Holan acomodó las piezas parando cuatro atrás y llevando a Fabricio Bustos al medio, luego reemplazado por Nicolás Domingo. Armó un triple cinco para equilibrar la mitad de la cancha y lo logró. No sólo frenó las embestidas de Santos sino que de contraataque pudo convertir si no hubiese sido porque el travesaño se lo impidió al Tucu Hernández.
Después, los incidentes y una historia que terminó con la clasificación del Rojo, pero sin nada que festejar.