Independiente Campeón Copa Suruga Bank 2018
EL EQUIPO DE AVELLANEDA FESTEJÓ EN JAPÓN E IGUALÓ A BOCA CON 18 TÍTULOS INTERNACIONALES
Independiente, con la mística y el estilo de su mejor historia
Con una actuación que fue de mayor a menor, el Rojo sumó un nuevo título internacional en Japón.
Es el Independiente del primer tiempo el que apuesta a sostener la mística y a profundizar la idea futbolística.Es el Independiente del primer tiempo el que hay que mirar, no el sobreviviente de la segunda parte, con cambios para aguantar el resultado, el calor y la humedad.
Ese Independiente que quiere Holan y que hizo que el hincha vuelva a sentir orgullo. Un equipo que quiere jugar a partir de la pelota, que arranca su formación con una defensa que ataca; sí, ataca. Dos laterales (Bustos y Sánchez Miño) que son volantes en su formación y un central (Figal) que parece salido del Ajax holandés por su convicción para arriesgar con el balón.
Ese Independiente que como un chico agarra la pelota para no soltarla, que apuesta a crecer en el campo a partir de los pases por abajo y que en ese rubro sumó al zurdo Pablo Hernández, seguramente un salto de calidad. Y después, Meza y Benítez, también Cerutti (otra buena nueva noticia) para intentar romper por afuera defensas numerosas.
Hay que detenerse en la idea, incluso sobre esta Copa Suruga Bank que tal vez dice poco en comparación con la historia pero que suma mucho teniendo en cuenta el contexto y más que nada el pasado reciente de un Rey de Copas que estaba venido a menos.
Holan contagió una idea y un optimismo que se materializó en una Copa Sudamericana y en volver a creer, en jugar (y perder, se sabe) una Recopa con Gremio, en viajar a Japón, que tiene además un valor simbólico.
Son dos copas ganadas en menos de un año y mucho más, porque hay una identidad recuperada, un Independiente que le rinde tributo (a veces jugando mejor y a veces no tanto) a ese mensaje futbolero que durante décadas predicó Bochini con sus gambetas hacia adelante y ese mismo optimismo ganador que ahora pregona Holan.
Hay un Independiente de pie y de buen pie, el del primer tiempo, de convicción protagonista, un Independiente que se anima a ganar. Un Independiente que volvió a ser, porque recuperó la costumbre de levantar copas y de jugar con identidad.
No ha sido una hazaña lo logrado en Osaka, por el rival, por la categoría de la Copa, es cierto. Pero no hay casualidad en la conquista. Independiente no viajó a Japón por invitación, sacó pasaje en el Maracaná. Y llegó de la mano de un estilo, de una idea de juego que intenta profundizar ahora sí con un mercado de pases que parece más acertado que el anterior.
Es el Independiente que vemos. Con fotos recientes levantando copas, festejando en distintas ciudades del mundo. Sosteniendo la mística y profundizando una idea futbolística. Dos valores que tienen que ver con su historia.
Felicitaciones Rojo!!!