Vélez 1 (3) - Central Córdoba (SdE) 1 (4) - Copa Argentina 2017/2018

DEBUT Y DESPEDIDA DE LOS DE LINIERS EN LA COPA ARGENTINA

Los santiagueños le dieron un golpe a Vélez y lo dejaron todavía más preocupado

El resultado, y sobre todo la producción, avisan que seguirán los tiempos duros para el equipo de Heinze.

Este arranque de temporada, adosado al mazazo de quedar eliminado por un flamante ascendido a la B Nacional. sacó a flote las miserias futbolísticas presentes de Vélez. Quedó en evidencia que los hinchas fortineros volverán a transitar un año de penurias y sufrimientos. Salvo un rotundo cambio de timón...

No tiene sentido mirar al pasado lamentando las bajas de Mauro Zárate y Santiago Cáseres, dos piezas vitales del semestre pasado, sino que Vélez debe apuntar al futuro. En el plantel no hay reemplazos del mismo, o parecido, nivel. Entonces, existe la necesidad de buscarlos afuera. Central Córdoba, campeón del Federal A, lo que le permite retornar a la B Nacional tras el descenso del año previo, superó tácticamente, y de manera amplia, a su rival. Mientras el equipo santiagueño puso en cancha jugadores experimentados, Vélez estuvo plagado de juveniles.

La diferencia no fue sólo esa cuestión de edad: Central Córdoba entendió y supo cuál era el juego que más le convenía -esperando atrás, achicando espacios, derrochando concentración, evidenciando orden-, mientras Vélez abusó de la posesión inútil. Una tendencia que se vio en el reciente Mundial de Rusia: ser dueño del balón no significa ser mejor que el equipo de enfrente. Ayer, en Temperley, volvió a quedar demostrado.

Toqueteo intrascendente para atrás, para los costados y cero capacidad de encender alto voltaje en ofensiva fue el pecado de Vélez. Jamás consiguió generar juego y sólo dependió del atrevimiento del Monito Vargas como para entusiasmarse.

En la única incursión a fondo del primer tiempo, Central Córdoba festejó. Pablo Ortega superó a su homónimo Francisco sobre el sector derecho y mandó el centro al área, donde Renso Pérez -uno de los experimentados debutantes en el Ferroviario santiagueño- estuvo más rápido que su marcador y el arquero y puso el 1 a 0.

Ni siquiera este impacto, a los 15 minutos, hizo reaccionar a Vélez. Ratificó su falta de creación, ideas y agresividad. Nunca una llegada a fondo, la búsqueda de sorpresa, el intento de explosión, ni siquiera la búsqueda desde afuera. Así Central Córdoba se sintió cómodo y pasó una tarde demasiado tranquila. juntando más a su segunda línea de volantes con los cuatro del fondo y el volante tapón. El gasto lo tenía que hacer Vélez, pero era pura impotencia y sin hallar la forma de lastimar.

Casi de casualidad llegó el empate, a los 31 minutos del segundo tiempo. Porque Vélez extendía su toque intrascendente e inofensivo. Pero se equivocó el arquero César Taborda y lo aprovechó Vargas para poner el 1 a 1. Después, Nicolás Domínguez tuvo un par de buenas apariciones en el área, pero definió mal en ambas.

Y se llegó a los penales. Ganó el equipo que había hecho mejor las cosas a lo largo de los 90 minutos. Para cerrar otra tarde negativa, el último penal de Vélez lo pateó el menos fogueado (Nazareno Bazán, 19 años, apenas 91 minutos divididos en tres partidos en Primera). Otro eslabón de la cadena de errores del combo jugadores-técnico, para aumentar aún más la preocupación.


Definición por tiros desde el punto penal: Vélez 3 (convirtieron Ricardo Gastón Díaz, Agustin Bouzat y Matías Vargas; Lucas Robertone desvió su tiro; César Taborda contuvo el remate de Nazareno Bazán); Central Córdoba (SdE) 4 (anotaron Diego Jara, Ezequiel Barrionuevo, Facundo Melivilo y Hugo Vera Oviedo).