River 3 - Villa Dálmine 1 - Copa Argentina 2017/2018
EL EQUIPO DE GALLARDO LE GANÓ 3-1 A VILLA DÁLMINE Y SE CLASIFICÓ A LOS OCTAVOS DE FINAL
River no brilló, pero en la Copa Argentina todos los números le permiten festejar
En Formosa dejó algunas dudas, pero hizo 10 goles en los últimos dos partidos. Lleva 14 triunfos consecutivos en la competencia y 19 invicto sumando otros torneos.
Sin brillar y sin complicarse, River superó 3-1 a Villa Dálmine y se clasificó a los octavos de final de la Copa Argentina, ronda en la que se medirá ante el ganador de General Lamadrid - Platense. Los dirigidos por Marcelo Gallardo, con la victoria de ayer, elevaron su marca a 14 juegos ganados de manera consecutiva en esta competición: es el actual bicampeón.Los partidos de Copa Argentina fueron pensados como preparatorios por el Muñeco, teniendo como meta el duelo de ida ante Racing en los octavos de final de la Copa Libertadores. Pero el paso que River dio ayer en Formosa dejó algunas dudas y se esfumaron las muchas certezas que habían quedado tras la goleada 7-0 ante te Central Norte de Salta. El equipo compacto y arrollador que se presentó en Santa Fe la semana pasada devino en uno inconexo, errático y con escasa generación de juego. El elenco que comanda Felipe De la Riva, que milita en la Primera B Nacional, complicó a River con más actitud que ideas. Y eso enciende una alarma.
Hizo algo que sorprendió Dálmine: plantó de igual a igual. Tal vez River pensó que iba a tener la pelota en campo rival y sin demasiada oposición. Pero ocurrió todo lo contrario y al conjunto de Núñez le costó asimilar esa propuesta del rival. Y bastante más: no cayó en desventaja solo porque apareció Franco Armani en todo su esplendor para tapar un cabezazo desde el área chica de Martín Comachi. Fueron 15 minutos, los iniciales, en los que River padeció.
Ponzio estuvo muy solo en el medio y no alcanzaba a cubrir el ancho del campo, los centrales perdieron más de lo que ganaron ante los delanteros de Dálmine, Milton Casco volvió a evidenciar falencias, Nacho Fernández y Exequiel Palacios fallaron muchos pases, y Pratto y Scocco fueron poco asistidos. La jerarquía, en esta Copa, pesa más que las ganas. Y River golpeó en la primera que generó: Scocco controló y el arquero Juan Ignacio Dobboletta le cometió infracción. El penal fue convertido por Pity Martínez.
Pero lo que le siguió al primer gol de River no fue un dominio arrollador del equipo de Gallardo. Dálmine, con sus limitaciones lógicas, mantuvo su postura de pelear el juego cerca del arco de Armani. Tuvo una muy clara: Marcelo Estigarribia conectó un centro desde la derecha, aunque la definición del atacante se encontró con el palo izquierdo de Armani.
En el segundo tiempo no existió paridad. Dálmine se cansó y se entregó después del gol de Nacho Fernández, a los 5 minutos. Fue un tanto que celebró Gallardo no por la importancia por la forma: el volante pisando el área. La peleó Pratto luego de un rechazo de Ponzio y Fernández llegó en libertad por el centro del campo. Definió de zurda y festejó.
River necesita de la llegada de los mediocampistas a los metros decisivos. Por esa razón, Palacios parece perfilarse como titular para enfrentar a Racing. El juvenil es más agresivo que Enzo Pérez (ayer no viajó a Formosa: se quedó entrenando junto a Juan Fernando Quintero) para presionar y se suma al ataque con más determinación.
No le quedó mucho al juego. Pratto hizo un gol que no quiso hacer (un centro terminó en el arco) y Dálmine, a través de Marcos Martinich, hizo el gol que merecía por su saludable entrega.