Atlético Mineiro (Brasil) 0 - San Lorenzo 0 - Copa Sudamericana 2018
CON EL EMPATE EN BELO HORIZONTE, HIZO VALER EL 1-0 QUE HABÍA LOGRADO DE LOCAL
San Lorenzo se aferró al cero en su arco y avanzó en la Sudamericana
Biaggio superpobló el mediocampo y su equipo no gestó juego, se defendió y tuvo a un sólido Navarro.
Dos de dos. Al objetivo de clasificarse a la Copa Libertadores del año que viene, San Lorenzo le sumó otro más: el pase a la siguiente ronda de la Copa Sudamericana. ¿El juego? Poco y nada para los azulgranas, pero poco le importó a Claudio Biaggio y compañía, que en este semestre se volvieron expertos en conseguir resultados sin ser brillantes en el rendimiento.Tras el 1-0 de la ida, el entrenador envió un mensaje con los titulares que puso anoche en la cancha. Con varios jugadores lesionados (Blandi, por ejemplo, viajó a Brasil pero finalmente quedó fuera del banco) y otros tantos entre algodones (Barrios, quien iba a ser titular, entró recién en el complemento), el Pampa optó por superpoblar el mediocampo y colocó tres volantes de marca: Mercier-Piris da Motta-Moyano. Sacrificó desequilibrio por orden el DT. Y al menos en el resultado tras los 45 minutos iniciales, el plan le dio resultado, ya que pudo conservar el cero.
Así como Biaggio mandó un mensaje con su formación, del otro lado Thaigo Larghi hizo lo propio. En su cuarto partido en los últimos diez días, el entrenador le dio descanso a sus habituales titulares y colocó un equipo alternativo, con nueve suplentes, pensando en el encuentro de la semana próxima ante Chapecoense, por la Copa de Brasil, un torneo que reparte más de veinte millones de dólares en premios. Aún así hubo un cambio de último momento: si bien en el arco iba a atajar Cleiton, Thaigo Larghi decidió llamar a Víctor, el titular, quien ni siquiera había concentrado, y ponerlo desde el arranque. ¿La razón? El DT pensó que el partido podía llegar a definirse en los penales y quería un futbolista más experimentado bajo los tres palos.
Se dijo: el plan le dio rédito a San Lorenzo en el comienzo, aunque tuvo ciertos matices. Es que los brasileños tuvieron dos chances claras para marcar, pero en una de ellas Lima se resbaló antes de definir y en la otra Paulo Díaz cerró con lo justo ante el remate del mismo futbolista, en una jugada que para los azulgranas valió como un penal atajado.
¿Y San Lorenzo? Sin demasiados intérpretes para la gestación de juego (sólo el intermitente Botta), las llegadas de los de Boedo tuvieron un sólo color: el del pelotazo. Eso sí, el encargado de hacerlo fue, en más de una ocasión, Marcos Senesi, hábil en la marca pero sin demasiados recursos con el balón en los pies. Como todo partido de Copa -y especialmente uno que tiene como protagonistas a argentinos y brasileños-, el final del primer tiempo estuvo teñido de mucha pierna fuerte y empujones, a tal punto que los visitantes se fueron al entretiempo con cinco jugadores amonestados.
Como era lógico ante la desventaja, en el complemento el Mineiro apretó el acelerador, a tal punto que en apenas cinco minutos exigió dos veces a Navarro, pero el arquero de San Lorenzo confirmó su gran momento con varias buenas atajadas y terminó siendo clave.
El argentino Tomás Andrade (cedido de River) mucho tuvo que ver en la levantada local: ausente en el primer tiempo, en el segundo tomó las riendas de su equipo. La supremacía del local se hizo más evidente, pero sólo en la tenencia del balón y no en llegadas de peligro. Eso sí, un error arbitral incidió en el desarrollo del partido a favor de San Lorenzo: Coloccini tocó con la mano la pelota en su área. Era penal, pero el chileno Bascuñán dejó seguir la jugada.
En el final, el visitante se aferró con uñas y dientes a la ventaja de la ida. Se defendió y aguantó. Se olvidó de la pelota, es cierto. Pero sigue con vida en la Sudamericana.