Rosario Central 0 - San Pablo (Brasil) 0 - Copa Sudamericana 2018
EN ARROYITO CARECIÓ DE IDEAS PARA ROMPER UN PARTIDO QUE EN UN MOMENTO SE LE INSINUÓ FAVORABLE
Central no sonrió ni jugando casi un tiempo con un hombre más
San Pablo sufrió la roja de Caio cerca del cierre de la etapa inicial, pero los locales no supieron aprovechar esa ventaja.
El reencuentro de Rosario Central en una cita internacional invitaba al disfrute. Era una oportunidad ideal para mostrar una mejor imagen, pero no pudo ser. La igualdad sin goles ante San Pablo dejó la serie abierta y lo obliga a un replanteo para definir su suerte el 9 de mayo en el Morumbí.La noche copera lo encontró a Central transitando todavía por un camino sinuoso. Las dudas se agigantaron en las últimas semanas con un plantel plagado de lesiones (más de las habituales para lo que va de temporada), desacoples tácticos (sobre todo defensivos) y flojos rendimientos individuales. El duelo internacional ante San Pablo asomaba entonces como la prueba ideal para afianzar los aciertos y despejar, aunque sea, algunas de las tantas dudas.
La buena noticia fue la reaparición de Marco Ruben, capitán y máximo referente del equipo, tras una lesión que lo marginó de los últimos partidos. Lo malo: juveniles y muchos parches para enfrentar a un elenco en formación pero con jerarquía.
San Pablo fue más criterioso y compacto en el primer tiempo. Ganó la mitad de la cancha con cinco volantes parados en 15 metros. Central se impuso en algunos pasajes por su ímpetu y vértigo. En medio de la paridad (un cabezazo de Ruben y un remate de Nené), el defensor Rodrigo Caio le metió un codazo al 9 en un salto. La expulsión desacomodó a un equipo que ya había retocado piezas por la temprana lesión de Reinaldo.
Central, sin embargo, no le sacó nada de provecho al hombre de más. No ocupó bien los espacios, erró muchos pases en la circulación, entró en el choque y ganó en confusión. San Pablo retrocedió con orden y sin dejar espacios libres. Pero cuando vio las dudas de Central se adelantó para disputar terreno y pelota. Tuvo en el pie zurdo de Nene la chance de gol (tremendo bombazo al travesaño) más clara del partido.
Leonardo Fernández movió el banco tarde, recién a los 27 minutos, con piernas cansadas y en medio de un desorden generalizado. Nada cambió. La noche rosarina se apagó sin goles. Y Central se fue al vestuario con más dudas que con las que salió.