Deportivo Lara (Venezuela) 1 - Independiente 0 - Copa Libertadores 2018
RECIBIÓ UN GOL CASI DE ARRANQUE Y NUNCA ENCONTRÓ SU VERDADERO NIVEL
Independiente falló en su vuelta a la Libertadores: jugó mal y perdió
El modesto Deportivo Lara lo sorprendió en Venezuela. El equipo de Holan bien pudo empatar, pero defraudó.
Una historia muchas veces repetida a lo largo de la historia de todos los deportes: el chico que sorprende y derrota al gigante. Y esa realidad le duele a Independiente, que perdió 1-0 ante el humilde Deportivo Lara (ganó ayer por tercera vez a nivel internacional) y arrancó la copa como se aconseja no comenzar: sin sumar. Ahora, el elenco que comanda Ariel Holan tendrá revancha el 15 ante Millonarios, en Avellaneda.Independiente se volvió a encontrar en Venezuela con el torneo que más le gusta: la Copa Libertadores de América. O con la competición que le resulta más amigable. Y es que el Rojo de Avellaneda levantó 7 veces el trofeo (por eso ayer apareció con el número 7 en el pecho de la camiseta) y es el máximo ganador del torneo sudamericano. Hacía muchos años que no la jugaba y esa era una ironía del destino. La disputó por última vez en 2011, hace siete años, aunque no fue esta la ausencia más larga: estuvo 9 años sin jugarla entre 1995 y 2004.
Pero la emoción del reencuentro no duró demasiado: en 10 minutos le marcaron un gol. Lo primero que hay que señalar es que el pésimo estado del campo de juego del estadio Metropolitano de Lara perjudicó Independiente. El conjunto de Avellaneda salió a jugar como siempre y las irregularidades del terreno lo afectaron. El entrenador hace lo que dice. Cuando afirma que le gusta atacar en todos lados no miente: la formación inicial de ayer es una muestra. Se había plantado bien el Rojo, con Martín Benítez ancho por la derecha y Jonathan Menéndez por izquierda. Lo que proyectó el técnico rival, Leonardo González, se vislumbró rápido: perforar la espalda de Juan Manuel Sánchez Miño.
El gol inicial llegó luego de un desborde del hábil Helbert Soto por izquierda y la aparición solitaria de Carlos Sierra. Hubo una distracción defensiva enorme y entendible por la clase de partido que plantea el DT argentino. El lateral Fabricio Bustos cerró bien para cubrir la espalda de Alan Franco que se había movido al lugar de Figal. Este quedó a mitad de camino ante el centro de Soto. Ni Gaibor ni Benítez siguieron la carrera de Sierra, que empujó en soledad al gol.
La apertura del marcador no cambió demasiado los planes de los equipos: los profundizó. Independiente se hizo aún más dueño del balón y Deportivo Lara se replegó para contragolpear. A los 25 minutos, el ecuatoriano Fernando Gaibor desperdició una clara situación. Sánchez Miño envió un centro exacto al corazón del área chica y el mediocampista, sin marca, cabeceó por arriba del travesaño. No tiene alma de goleador Gaibor: el cabezazo, en esa circunstancia, es siempre de pique al piso. Incluso pudo parar el balón con el pecho. Tuvo otras dos claras el Rojo con remates de Benítez. En una de ellas, similar al gol que anotó el domingo ante Banfield, encontró una buena respuestas del arquero Salazar.
En el segundo tiempo Independiente jugó peor que en el primero y no pudo empatar, aunque es cierto que lo mereció. Salazar, con un par de intervenciones, se convirtió en la figura. Pero el equipo de Holan empujó más de lo que jugó y se quedó con las manos vacías. El ingreso de Juan Manuel Martínez por el errático Menéndez no hizo efecto. Tampoco la inclusión de Leandro Fernández como interior por derecha. Con aciertos y falencias, Benítez fue el más peligroso. Un remate suyo se fue cerca del palo derecho de Salazar. El arquero le ahogó el grito a Sánchez Miño tras un disparo potente y lejano.
La más clara de la visita fue un remate al palo del Burrito Martínez, que recibió un pase de cabeza de Figal tras buen desborde de Benítez. Acumuló gente en ataque el Rojo; no encontró espacios ni ideas. En el minuto final, Juan Falcón estrelló un remate en el travesaño y desperdició la única contra que pergeñó el local.