Racing 0 - Temperley 1 - Torneo de Verano 2018

RACING PERDIÓ 1 A 0 EN UNA FRÍA NOCHE MARPLATENSE

Temperley le amargó el debut a Coudet en la previa del clásico

El entrenador se apoyó en los jóvenes y debe trabajar la idea de juego. El viernes, con titulares, ante Independiente.

Este Racing de Eduardo Coudet, que anoche hizo su presentación como entrenador en la derrota por 1-0 ante Temperley, se tendrá que apoyar mucho en los jóvenes, porque tiene un plantel corto y un calendario apretado. No fue un buen ensayo para la mayoría de los chicos que puso el Chacho, salvo el de Gastón Córdoba. El nacido en Villa Corina hace 17 años ingresó en la segunda parte y con un par de jugadas evidenció por qué lo señalan como la gran esperanza. Por lo demás, Coudet se llevó una certeza: tiene que seguir trabajando la idea de juego. Sobre todo porque a los titulares, que estuvieron en la platea, se les viene el clásico del viernes ante Independiente.

No se notó mucho la mano de Coudet, especialmente en la etapa inicial. Es injusto reclamar que se vea en su totalidad la idea que proclama el DT en el primer partido del ciclo, pero tampoco se percibieron las pequeñas cosas. Y en eso no hay culpas ni en el Chacho ni en los jugadores. El tiempo de trabajo, se sabe, es acotado. Este Racing muletto se pareció demasiado al de Diego Cocca: poco agresivo y poco lúcido para manejar la pelota. Cuestión de herencia.

La expectativa en los hinchas de Racing era semejante a la del entrenador. Estaba con tantas ganas el Chacho, que fue el único que se animó a usar remera de mangas cortas a pesar del frío. Probó con los suplentes el técnico: los quiere observar porque los va a necesitar.

El puesto de volante central es clave (llegó Nery Domínguez) y ayer fue ocupado por el interesante juvenil Kevin Gutiérrez. Le dicen Facha, corre con el tranco de Fernando Gago y tiene un gran primer pase, pero le falta presencia física. Cuando va hacia los costados, pierde más de lo que gana y Temperley entendió rápido que a sus espaldas podía encontrar alegrías. El gol de Juan Ignacio Sánchez Sotelo se inició con Brandán, que aprovechó ese espacio y después Alexis Soto peleó con tibieza la pelota.

Coudet optó por el esquema que más lo seduce: el 4-1-3-2. Pagó Gutiérrez también esa disposición táctica, porque César Meli se vinculó más con los atacantes que con los defensores y el juvenil mediocampista quedó demasiado solo. Un equipo más corto lo hubiese ayudado más. Son cuestiones simples de solucionar; nada para alarmarse.

A los costados de Meli, que participó bastante y no erró tantos pases, se ubicaron Martín Ojeda y Augusto Solari. El zurdo ex Ferro se destacó con algunas corridas y remates desde afuera. A Triverio la pelota le llegó poco y la movilidad de Cuadra tal vez haya sido el punto más destacado.

¿Y la defensa? Floja reacción de Javier García en el único gol del partido. El debutante Héctor Villalba cumplió y Miguel Ángel Barbieri evidenció que se siente un tanto incómodo de segundo central.

Temperley sigue una línea de trabajo y por eso no sorprende el criterio con el que juega. Lo hace bien, intenta atacar con mucha gente y busca ser protagonista. Las 5 mil personas que colmaron la popular disfrutaron del primer amistoso de estas características en la historia del club a pura algarabía. Y se llevaron el premio de la victoria merecida, que pudo haber sido más abultada de no ser porque el Celeste desperdició un par de contraataques peligrosos en el segundo tiempo. Con Gastón Esmerado en el banco, Temperley sigue sin perder y aferrará a eso sus ilusiones de permanencia.