River 3 - Defensa y Justicia 0 - Copa Argentina 2016/2017

EL EQUIPO DE GALLARDO AVANZÓ A CUARTOS DE FINAL Y VA POR BELGRANO O ATLANTA

A River le bastó una ráfaga de Scocco para disimular ausencias y pasar de ronda

Sin cinco titulares, la pasó mal de entrada. Lo acomodó con un doblete del goleador y manejó el desarrollo casi sin pasar sobresaltos ante Defensa. Palacios estiró diferencias al final.

Dos minutos. Tan sólo dos minutos le bastaron a River para conseguir una ventaja letal. Y lo logró gracias a la contundencia, esa que parecía haberse agotado en el histórico 8-0 frente a Jorge Wilstermann. La resaca duró dos partidos -empates ante Argentinos y Tigre, por la Superliga- y el cojunto de Núñez recuperó la frescura en el Antonio Romero de Formosa. Un estadio que lució colmado de hinchas millonarios que disfrutaron la novena victoria consecutiva en la Copa Argentina, en la que defiende el título conseguido en diciembre del año pasado en la épica final del 4-3 a Rosario Central. El pibe Exequiel Palacios completó la goleada por 3-0 sobre Defensa y Justicia. Así, River se metió en los cuartos de final de esta Copa y espera por Belgrano o Atlanta, que jugarán mañana en Santa Fe.

Esa contundencia que River tuvo en Formosa se la debe a Ignacio Scocco, quien sigue rompiendo redes, haciendo goles de todos los colores y con lujos incluidos. El primero, ayer, fue de penal, pero en el segundo se sacó a tres hombres de encima y definió picándola sobre el cuerpo de Gabriel Arias que salió desesperado a atorarlo. Esos dos goles se dieron entre los diez y los doce minutos del primer tiempo.

El arranque de Scocco en River es demoledor. Lleva 11 goles en 11 partidos y ha superado la marca -también muy buena- de su antecesor, Lucas Alario, quien en la misma cantidad de partidos había convertido seis goles. Como en la Libertadores, River también avanza en la Copa Argentina por los goles de Nacho. Las dos primeras que tocó las mandó adentro. Tomó la pelota para patear el penal bien cobrado por Silvio Trucco luego de una mano de Cubas, un ex Boca, y en el segundo armó una gran jugada tras la habilitación de Santos Borré. Pudo haber hecho un tercer gol cuando, sobre el final del primer tiempo, volvió a picar la pelota por encima de Arias. En ese caso Jerez Silva la sacó sobre la línea.

“Fue un partido que empezó difícil, trabado, pero tuvimos contundencia y sacamos una ventaja. Después pudimos controlarlo”, aseguró el goleador nacido en Hughes hace 32 años. Lugo agregó: “Estoy muy contento. Siempre es bueno para un delantero poder convertir y mucho más cuando el equipo gana. Estamos muy ilusionados, pero lo más importante para nosotros es la Libertadores”.

Y esa ilusión que sostiene a River tiene que ver con que en los mano a mano, en esos partidos decisivos, aparece otro aura. El de Núñez es el único grande que se mantiene en las tres competencias y, teniendo en cuenta cómo quedaron los cuadros de la Copa Argentina, parece tener allanado el camino para repetir el título. Después, lógicamente, tendrá que demostrarlo en la cancha. Y ahí es donde surgen las inquietudes. Es que tiene razón Scocco cuando dice que el encuentro se le presentó difícil a River. De todos modos, la victoria cobra valor porque River tenía cinco bajas (Moreira, Casco, Nacho Fernández, Enzo Pérez y Pity Martínez).

Fue sorpresivo que a los doce minutos ya ganara 2-0. Es que antes de la furiosa ráfaga de Nacho, Defensa y Justicia tuvo el gol en los pies de Márquez pero su zurdazo, desde una inmejorable ubicación, se fue afuera.

Los dos goles le dieron tranquilidad a River y con la ventaja empezó a crecer el juego de De La Cruz hasta que se fue lesionado (sobrecarga muscular en el gemelo derecho) tras quedar maltrecho por una patada de Castellani, otro ex Boca. Fue bueno el aporte de Santos Borré, quien participó en los dos primeros goles. Pero a River le costó crear juego. Y en el segundo tiempo sufrió algunos embates de Defensa, que lo atacó en especial por la derecha. Pero estuvieron atentos Maidana para despejar el peligro y Lux para aguantar el cero.

Los cambios le dieron más aire a River y más posesión de pelota. Los ingresos de Rossi y Andrade hicieron que el equipo de Núñez pusiera más la pelota al piso y no la rifara tanto. Ambos se sumaron a Palacios, que tuvo más presencia en los últimos minutos. De hecho, los tres -junto a Pinola- participaron de la jugada del último gol para que River consiguiera un triunfo a pura contundencia.