River 1 - Guaraní (Paraguay) 1 - Copa Libertadores 2017
MINEIRO O JORGE WILSTERMANN, EL RIVAL DE CUARTOS DE FINAL
River se complicó más de la cuenta pero el empate le alcanzó para seguir en carrera
En Núñez, el equipo de Gallardo hizo valer el 2-0 de la ida. Le faltó fluidez y Guaraní por momentos lo dominó. Perdía 1-0, pero lo empató Javier Pinola en su debut goleador en el club.
Una clasificación que estaba prácticamente sellada se terminó complicando más de la cuenta. El 2-0 en Asunción invitaba a la tranquilidad. Sin embargo, River sufrió un rato para asegurar el pasaje y poner el sello definitivo. Estuvo al borde del 0-2 pero Alario lo rescató y el viaje en la Libertadores continúa. En cuartos de final enfrentará al ganador de Atlético Mineiro-Jorge Wilstermann, que jugarán hoy en Belo Horizonte.Una de las miradas estaba posada en esa “W” que dibujaban los volantes de River en la mitad de la cancha. Con Ponzio de tapón, Enzo Pérez y Rojas como internos y Nacho Fernández y Pity Martínez como externos. Otra lupa estaba puesta en Lux, el arquero que volvió de España y que le ganó la pulseada a Batalla. Y, por último, la posición del Pity, quien tenía la misión de acompañar a Alario, único delantero, todo lo que pudiera.
¿Podría River empezar a olvidar a Driussi, clave por su dinámica, su desequilibrio y sus goles en este esquema? En primer lugar, a River le costó encontrar juego fluido en el renovado césped del Monumental, que de todos modos no luce 10 puntos como pretendía Gallardo. Ponzio, encargado de dar el primer pase para la salida limpia, estaba bien presionado por los mediocampistas de Guaraní. A Enzo Pérez le costó entrar en juego, Rojas y Nacho estaban imprecisos.
Entonces, el Pity tomó la bandera y de sus pies salieron cosas interesantes para asistir a Alario, al tiempo que el Pipa pivoteaba muy bien pero no lograba quedar de frente al arco. Así, Driussi se extrañaba más de la cuenta. Los volantes no llegaban al área en la medida que el Muñeco exige y las oportunidades de gol escaseaban. Salvo por una pelota parada de Pity que Alario cabeceó cerca del palo derecho y un remate del ex Huracán desviado por el arquero de Guaraní, Alfredo Aguilar. Atrás había algunos inconvenientes en la contención pero Maidana se encargaba de alejar peligro y Lux respondió cuando se lo necesitó en el primer tiempo. En el segundo, en cambio, dejó dudas.
Guaraní se planteó hacer un partido largo y no desesperarse a pesar de los dos goles abajo en la serie. Buscó impacientar a River y apostar a una contra con la movilidad de Chávez, la principal amenaza del equipo visitante. Pero solo inquietaba con remates de larga distancia. Y ante la marca pegajosa, River tenía que buscar movilidad e intercambio de posiciones. Y cuando lo hizo, tuvo la más clara: Enzo Pérez apareció desbordando en el área rival por izquierda y Fernández entró como un delantero pero increíblemente la tiró afuera. El primer tiempo se iba en cero, pero Guaraní sorprendió. River no pudo rechazar una pelota parada en contra, Javier Pinola habilitó a todos, Lux no alcanzó a rechazar el centro atrás de Antonio Marín y el uruguayo Marcelo Palau activó la bomba en Núñez con un cabezazo goleador.
Pero no detonó. Porque Chávez falló cuando tenía todo a su favor luego de ese pelotazo que sobró a Pinola y del resbalón de Lux. Y si a River se lo perdona... En la jugada siguiente llegó el empate. Tras un córner del Pity y una serie de carambolas, Pinola la empujó de zurda entrando con Alario. El 9 se quedó con las ganas de repetir lo de hace dos años, cuando le dio el pasaje a River a la final de la Copa ante el mismo rival, pero en Asunción. Pero igual fue figura. Ahí River se tranquilizó. Pero le faltó tener la pelota para conservar la ventaja.
Con la salida de Pérez y el ingreso de Scocco, el esquema se modificó al 4-4-2. Y en un par de jugadas la presencia ofensiva se notó. De hecho, el ex Newell’s se acercó al gol. Guaraní apeló al jugó brusco y eso favoreció a River. Para bajar el ritmo y que los minutos corrieran. Y para que se cante “Quiero la Libertadores” en Núñez. El equipo del Muñeco va por ella. Ya está en cuartos, pese a los desniveles.