Boca Juniors Campeón Campeonato de Primera División 2016/2017
CAMPEÓN 2016/2017
Boca, campeón en todas partes
La caída de Banfield desató el delirio por el 32do. título a nivel local. En Bahía Blanca el plantel soltó una emoción largamente contenida. Y el Obelisco fue una fiesta.
Hay un racimo de ansiedades en el interior del hotel Argos. Juegan San Lorenzo y Banfield en el Nuevo Gasómetro y delante de la pantalla del comedor, la vigilia del campeonato produce adrenalina. Sin embargo, no reina la desmesura. Incluso, están tapados los ventanales para que los hinchas, que andan con la ñata frente al vidrio, detrás de un vallado, no puedan espiar a esos jugadores que esperan el guiño de la gloria. El gol de Belluschi genera una certeza, aunque falta más de media hora para el final del partido. Boca es campeón.Y sólo resta esperar el último pitido del silbato de Espinoza para empezar a celebrar. Para desatar la fiesta. Para cantar. Para saltar. Para gritar por el 32° torneo local, el 66° título de una historia que comenzó hace 112 años en la Plaza Solís. Para acordarse de River, el rival de siempre, ese que se volvió amenazante hasta hace dos fechas, cuando el puntero mostró su mejor funcionamiento contra Independiente y Aldosivi. Para hacer más grande a este coloso azul y oro que festejó en Bahía Blanca y extendió su alegría desde Ushuaia a La Quiaca. Que concentró su felicidad en el Obelisco, ícono de las conquistas deportivas en suelo porteño. En todo el país.
El pogo arranca en el lobby y tiene continuidad en el acceso al estacionamiento. Por fin, los futbolistas se dejan ver. A unos metros, 1.500 hinchas que copan la calle España. Están enloquecidos. Como los propios jugadores, que gritan “Dale campeón”, “Dale Boooo” y una serie de dedicatorias para River. Hay un minuto de silencio que se enfoca en Núñez. Todos están exultantes.
Desde Centurión, el revoltoso que llegó de San Pablo para cumplir el sueño del pibe y fue desequilibrante, hasta Rossi, el arquero inesperado que arribó de Defensa y Justicia y ahora dice: “Hace unos meses no imaginaba este momento. Todavía me estoy pellizcando”. Desde Gago, capitán, destello del fútbol, hasta Pablo Pérez, corazón y pases cortos. Desde Benedetto, el goleador-hincha, el que va por el récord de Martín Palermo, hasta Barrios, el colombiano que llegó bajo la sombra de su compatriota Sebastián Pérez y esperó su chance detrás de Bentancur, pero convenció a Guillermo. Y se recuerda a Tévez, el ídolo que emigró a China pero fue gravitante y es tan campeón como cada uno de estos héroes xeneizes.
Y “Guilleeeermo, Guilleeeermo” se hace coro en las gargantas de esos simpatizantes que copan la vereda. Sonríe con timidez Barros Schelotto, se pone colorado y saluda con su mano a aquellos que lograron ubicarse en la primera fila, como si fuera el Papa. No está tan lejos de esa figura en la consideración de la gente. Campeón como jugador y como entrenador, el “7” bravo genera devoción entre esos fieles. “Bianchi es insuperable”, dice el Meliizo. El tiempo dirá.
“Y sí señores, yo soy de Boca, sí sí señores, de corazón, porque este año desde la Boca, salió el nuevo campeón”, se canta donde Boca tendrá un trámite ante Olimpo. Hay un par de jugadores y dirigentes que se visten con una sábana, al límite entre el folclore y la provocación, recordando que River jugó en la “B”. Y nadie se quiere ir a dormir. Ni los futbolistas, ni los simpatizantes que flamean sus banderas. En Bahía Blanca, en Buenos Aires, en cada rincón de la Argentina.
Boca es campeón. A una década de la última Libertadores, la del mejor Riquelme, la de aquella final en Porto Alegre. Nada mejor que otro logro para celebrar semejante efemérides.
Felicitaciones Xeneize!!!