River 1 - Independiente Medellín (Colombia) 2 - Copa Libertadores 2017

EL EQUIPO DE MARCELO GALLARDO SE QUEDÓ SIN INVICTO AL CAER DE LOCAL CON EL DIM POR 2 A 1

River no tuvo un cumpleaños feliz: perdió y no es el mejor de todos

La noche empezó mal cuando Alario falló un penal apenas empezó el partido. Entró relajado en el segundo tiempo y a los 10 minutos estaba 2-0 abajo. Sobre el final, descontó Mina.

Estaba todo dado para que la fiesta fuera completa. Como a River le tocó jugar en el día de su cumpleaños 116 hubo festejos. Y si bien el equipo ya estaba clasificado en el primer lugar del Grupo 3 de la Copa Libertadores, la idea era sumar al menos un punto para quedar arriba de todos en la tabla general y definir las series de
local. Sin embargo, el DIM lo sorprendió y le apagó las velitas. El equipo colombiano no fue partenaire de la fiesta. Metió un batacazo en Núñez y, a pesar de que no le alcanzó para llegar a los octavos de final (quedó tercero y jugará la Sudamericana porque Emelec goleó 3-0 a Melgar), se dio el gusto de ganar el primer partido de su historia en el Monumental. Venció 2-1 y le cortó un invicto de 15 partidos al equipo del Muñeco.

Al River muletto que presentó anoche Marcelo Gallardo le faltó la voracidad y el desequilibrio del equipo principal. Apenas tres jugadores que vienen siendo titulares (Mayada, Nacho Fernández y Alario) estuvieron desde el inicio. Y el Muñeco los puso porque tiene muchos suplentes lesionados. Si no, ni hubiesen jugado. Es que si bien el objetivo fijo de River es la Copa, con la clasificación asegurada, la cabeza pasó a estar en el torneo local, en el que es escolta de Boca a cuatro puntos y con un partido menos. Los cañones de aquí a fines de junio estarán puestos en tratar de arrebatarle el título a su eterno rival y sumar la estrella 36 por campeonatos de AFA.

Y se notó que River estaba en otro lado. Porque nunca pudo meterse en el partido. De todos modos, resultó inadmisible porque era una buena oportunidad para muchos de demostrarle al técnico que puede contar con ellos. Y, en general, tuvieron un encuentro para el olvido. Apenas puede destacarse al arquero Velazco, quien ayer debutó oficialmente y salvó al equipo de que la derrota fuera más abultada. Y algo de Auzqui en el la primera parte. Pero el ex Estudiantes falló en la jugada del primer gol de DIM al pifiarle a la pelota: John Hernández no perdonó. Después llegó el segundo tras una volea de Mosquera mientras la defensa miraba...

El más claro de River había sido Nacho Fernández en la primera mitad pero la idea era no cargarlo pensando en el encuentro del domingo contra Central. Por eso, salió en el entretiempo. Ingresó Pity Martínez a quien le costó entrar en juego. Con el 0-2, también entró Driussi en un partido en el que a todo River no le salió casi ninguna. De hecho, tuvo la chance de empezar ganando desde temprano y Alario, que nunca había fallado un penal con la banda roja, tuvo su noche negra: el arquero David González le detuvo el remate desde los doce pasos. Y, después, en el rebote acomodó la pelota con la mano antes de que Nacho la empujara. El gol fue bien anulado. Hubo otro penal por la mano de Jonathan Lopera tras el centro de Andrade, pero el árbitro brasileño Raphael Claus lo ignoró.

River arrancó dormido y relajado el segundo tiempo y lo pagó caro. Con la claridad de Quintero, la presencia de Hernández y la velocidad de Moreno, el DIM salió decidido a golpearlo. A los diez minutos ya estaba dos goles abajo el millonario. Y le costó despertarse. Hasta que una buena jugada armada por la derecha culminó con el remate de Driussi en el travesaño y Mina, parado de 9, la empujó. Pero no alcanzó para el empate.

Así, el cumpleaños de River se empañó, más allá del objetivo cumplido. La cara de Gallardo al final lo decía todo. Al Muñeco no le gusta perder y menos en casa. Al hincha poco le importó. Agradeció la victoria a Boca en la Bombonera que aún lo tiene feliz porque le permitió al equipo meterse de lleno en la lucha por el título. Y cuidó la garganta para el domingo cuando River reciba a Central. Es que ahora, en Núñez, sueñan con robarle el campeonato a Boca.