Estudiantes 1 - Botafogo (Brasil) 0 - Copa Libertadores 2017
TRES MIL HINCHAS EN EL ÚLTIMO PARTIDO DEL ÍDOLO
Verón, en su retiro final, dejó a Estudiantes en la Sudamericana
Es la tercera despedida de la Brujita. Afuera de la Libertadores, el 1-0 ubicó a los platenses en otra copa continental.
¿Se habrá producido anoche el retiro definitivo de Juan Sebastián Verón, ese ídolo eterno que ya le dijo adiós al fútbol en dos oportunidades? Todo indica que sí. En Quilmes y ante Botafogo por la jornada final del Grupo 1 de la Copa Libertadores, la Bruja colgó los botines por tercera vez en su carrera a los 42 años y 78 días. Y fue con una alegría: la victoria 1 a 0 permite que el equipo platense dispute la próximo ronda de la Copa Sudamericana por ubicarse tercero en la tabla de posiciones.Fue la ovación esperada la que le regalaron los hinchas a la Bruja cuando abandonó el campo de juego a los 45 minutos del segundo tiempo. Porque el partido tenía ese atractivo: despedir al gran capitán. Tuvo menos emoción que otras veces, otro marco, es cierto. La noche no invitaba a trasladarse hasta Quilmes: no se pudo utilizar el Estadio Único de La Plata porque está reservado para recitales esta semana.
La primera despedida de Verón del fútbol se produjo el 24 de junio de 2012: fue empate 2-2 ante Unión. Esa jornada, la Bruja abandonó la cancha a los 44 minutos del complemento (ingresó Gil Romero) y el publicó tatengue lo ovacionó. El segundo adiós también sucedió de visitante: derrota 2-1 ante Tigre el 18 de mayo de 2014. “Se retira el jugador, nace la leyenda”, decía un enorme cartel en la popular local. Algo más de 3 mil personas fueron las que se acercaron al estadio cervecero y esa acaso sea la mancha de la despedida. No se merecía la Bruja un adiós tan desolado, pero el contexto no invitaba a nada.
Adentro de la cancha, Verón fue el competidor serial de siempre. Repartió órdenes y reprochó de manera enérgica a Juan Otero cuando el colombiano le negó una descarga atrás. Flotó en el medio por delante de Rodrigo Braña con espíritu de rescatista: estuvo donde la jugada se lo pidió. Dejó un cambio de frente con su firma y ese correr particular, con la venda blanca debajo de la pierna derecha. ¿Qué escondió Verón ahí durante toda su carrera? Tal vez ahí se encuentre la pila de su energía o la explicación de su pegada perfecta.
La victoria de Estudiantes fue justa. Botafogo, donde brillaron en otras épocas Garrincha, Didí y Zagallo, fue una sombra. Y el gol de Augusto Solari fue el premio para el mejor jugador de la cancha: aprovechó un envío cruzado de Diarte y el error de los centrales para conectar al gol entrando en diagonal por derecha. “La emoción grande fue en la primera despedida, ahora no tanto”, aclaró Verón.
Y después cerró: “Mi viejo me supera. Fue uno de los que arrancó a escribir la historia del club”.