Independiente 0 - Alianza Lima (Perú) 0 - Copa Sudamericana 2017
SIN GOLES EN EL DEBUT CON LOS PERUANOS
Independiente está regado por la mala suerte: llega mucho, define poco, no gana
Empezó con todo, pero se cayó después del penal fallado por Gigliotti. Reaccionó en el ST e hizo figura al veterano Butrón. Sobre el final se abrieron los grifos. La pólvora sigue mojada.
Más sabe Leao Butrón por viejo que el Diablo. Quedó demostrado anoche en el Libertadores de América. Independiente hizo todo para ganarle a Alianza Lima, pero no pudo con el veterano arquero peruano, que con 40 años atajó los mil y un remates que le tiró el Rojo: fue igualdad 0-0. Es cierto: levantó el nivel el equipo de Ariel Holan. Pero volvió a desnudar su falta de gol y sigue sin ganar en el arranque de la temporada.Fue un golpe demasiado bajo ese penal errado por Emmanuel Gigliotti (hinchas de River abstenerse de las risas) para Independiente. Le desacomodó los papeles, le hizo bajar la presión al instante. De rojo pasó a pálido el local después de la buena atajada de Leao Butrón al Puma, que parece seguido de cerca por la mala fortuna. Desde ese falla del delantero (con mucho mérito del arquero, claro), el Rojo estuvo alrededor de 20 minutos ido del juego: perdió en ese lapso la intensidad con la que había salido a la cancha. La primera imagen que regaló el partido fue un síntoma: cinco jugadores de Independiente salieron a presionar, Gigliotti recuperó bien arriba y generó un lindo tiro libre. Apenas iban 40 segundos. Entonces, la idea de Ariel Holan en la presentación copera quedó evidenciada: ahogar al rival presionándolo allá adelante.
Con un esquema (4-3-3) novedoso a juzgar por los anteriores dos partidos (paró un 4-4-2 ante San Martín de San Juan y un 4-1-4-1 ante Vélez), Independiente logró mayor presencia en el campo rival a partir de la posición de Walter Erviti: arrancando de interior izquierdo, estuvo más cerca de Gigliotti que de Nery Domínguez, el volante tapón. Otro de los aciertos de Holan: incluir a Ezequiel Barco como extremo por izquierda. Primero inquietó Emiliano Rigoni con un desborde, aunque se encontró con una buena respuesta del veterano Butrón. Después, Barco dibujó una apilada por izquierda y le sirvió el gol a Nicolás Tagliafico, pero el defensor definió muy mal luego de haber acomodado bien el cuerpo para rematar. Más tarde, el penal. Y el error. Y el golpe duro. Y el partido que dejó de jugar Independiente. Aprovechó el revés Alianza Lima y se animó. Se adelantó unos metros en el campo y fue paciente en el manejo.
Aparecieron algunos espacios a partir de los pies de Nicolás Pacheco, ese delantero zurdo que pasó por el cuadro de Avellaneda en 2010. Sin dejar de pensar que el empate era un gran negocio, el elenco peruano generó las situaciones de gol más importantes. Martín Campaña le dio la razón a Holan, que en su momento optó por no jugar en la fecha FIFA por la ausencia del arquero uruguayo. La primera gran ovación se la ganó al tapar un cabezazo potente de Miguel Araujo. Pero los aplausos más sentidos del Libertadores de América, que devolvió grandes huecos en las tribunas por el elevado valor de las entradas, llegaron después de una gran volada para desviar un sutil tiro libre ejecutado por Luis Aguiar.
En los últimos minutos del primer tiempo Independiente intentó recuperar el fuego inicial. Para cuando comenzó el segundo, halló esa intensidad. El ingreso de Lucas Albertengo (por Blanco) fue positivo. Se hizo un juego de un solo campo. Alianza Lima se plantó para aguantar la igualdad sin ruborizarse por nada. La figura de Butrón se volvió gigante, casi tanto como su enorme trayectoria (solo un dato: disputó 5 Copa América con Perú). Un ataque tras otro de Independiente con un denominador común: la falta de claridad. Barco desbordó una y otra vez y la pelota pasó seguido por los pies de Erviti. Así, tuvo varias situaciones de gol. En todas respondió de manera magistral Butrón, la figura de la cancha.
La sensación de la noche: Independiente tenía la pólvora mojada. Y como si fuese una cruel ironía, sobre el final se activó el sistema de riego para mojar aún más al muy mojado césped del Libertadores. Y para acentuar la humedad de la pólvora.