Emelec (Ecuador) 1 - River 2 - Copa Libertadores 2017
Con inteligencia y autoridad, River dio un paso gigante en su gran sueño de Copa
Lo dio vuelta en Guayaquil y el 2-1 ante Emelec lo dejó a las puertas de la próxima ronda. Moreira y Alario hicieron los goles. El arquero Batalla fue la otra gran figura del equipo.
River se acostumbró a jugar partidos bravos por Copa Libertadores y a veces no necesita abrumar a los rivales para vencerlos. Anoche, en Guayaquil, el conjunto que comanda Marcelo Gallardo se impuso con autoridad por 2-1 ante Emelec y quedó a un paso de clasificar a los octavos de final del torneo: le alcanzará con sumar tan solo un punto de los 9 que le quedan en disputa.Demostró inteligencia River para jugar de visitante y eso es una buena noticia para el entrenador Marcelo Gallardo, quien ya avisó que el objetivo del año es conquistar nuevamente la Copa. Lo de ayer en Ecuador fue valioso, además, porque se repuso de un arranque adverso: al minuto ya perdía 1 a 0. Entró dormido el Millonario y sufrió por el sector de la defensa que más le duele: el derecho. Un pelotazo largo y cruzado encontró en soledad a Eduar Preciado y el volante izquierdo, con tiempo y espacio, colocó la pelota al segundo palo, lejos de la mano derecha de Augusto Batalla. Cachetazo inesperado en el amanecer del choque y un desafío nuevo para el equipo de Muñeco: sobreponerse.
Lo hizo, se dijo, con autoridad. Se hicieron notorias las presencias de Leonardo Ponzio y su fiel ladero Ariel Rojas, más la movilidad de Sebastián Driussi, que cada vez juega mejor. Creció el elenco de Núñez desde la pelota y la paciencia: Nacho Fernández, un poco menos fino de lo habitual, se hizo cargo de la conducción. Y River fue el River de todos los fines de semana, ese que ataca con mucha gente y que deja huecos en defensa. Podía parecer riesgosa la manera de jugar por la condición de visitante, pero los ecuatorianos se replegaron demasiado con la ventaja parcial. Igual, siguieron al pie de la letra el libreto diagramado: atacar la espalda del paraguayo Jorge Moreira. Ahí se paró Preciado para jugar mano a mano con el lateral y también se recostó Marcos Mondaini. Se sabe: a Jonatan Maidana, que arrastra molestias en la rodilla derecha, le cuesta cruzar al espacio vacío que le generan a Moreira. Sufrió River un par de desbordes por ese sector, pero no mucho más. En cambio, generó peligro con remates lejanos de Nacho y de Pity. El empate llegó por decantación: la bajó Alario de cabeza y Moreira, apareciendo con sorpresa, cruzó el disparo.
En el segundo tiempo, Emelec se plantó unos metros más adelante: tenía que ganar para acomodarse en el grupo. Se hizo un juego de ida y vuelta hasta que River se quedó sin piernas. Gallardo ha optado por repetir casi de memoria a los mismos intérpretes y ayer lo padeció: Nacho salió con molestias y Rojas abandonó la cancha acalambrado. Contó con dos ocasiones nítidas el visitante: Lucas Alario mordió un remate cuando estaba cara a cara con Esteban Dreer y Milton Casco apresuró una definición cuando casi no tenía oposición. Pero los últimos 20 minutos del partido fueron de sufrimiento.
La humedad influyó más que el calor, según explicaron los jugadores argentinos. Los cambios le dieron otra energía a los ecuatorianos. La espalda de Moreira siguió siendo el lugar elegido. Y crearon dos chances claras, pero apareció el arquero Augusto Batalla, de gran actuación. Dos veces tapó con su pierna izquierda el juvenil de River cuando la pelota llevaba destino de gol. Y sobre el final, mandó al córner un disparo con mucho veneno de Preciado.
La sensación era clara: River se conformaba con la igualdad, aunque no resignó el ataque. Cuando el equipo se quedó sin nafta, el Muñeco sacó a Pity -volante- y puso a Rodrigo Mora -delantero-. Y justamente el uruguayo fue fundamental para el gol de Alario: recuperó una pelota que parecía perdida, mandó el centro atrás y el goleador definió con su habitual serenidad y precisión. No le quedó con qué ir a buscar el empate a Emelec y River vio pasar el tiempo sin sobresaltos.
Con autoridad, siendo práctico e inteligente, River se vuelve de Ecuador con un triunfo valioso que le dará aire en los próximos días, cuando el clásico ante Boca en la Bombonera asome en el horizonte. Sabe, apenas con 3 partidos jugados, que tiene la clasificación en el bolsillo.