Palestino (Chile) 1 - San Lorenzo 0 - Copa Sudamericana 2016
San Lorenzo avanza, pero le queda poca nafta y necesita con urgencia parar en boxes
En Chile, cayó 1-0 con Palestino, hizo valer el 2-0 de la ida y está en semifinales. Volvió a jugar casi un tiempo con 10, por expulsión de Belluschi. Y lo sintió.
Este San Lorenzo que se parecía a un Fórmula Uno de punta, ultraganador, ahora necesita con urgencia pasar por boxes. El tanque de combustible está en rojo, a punto de vaciarse. Por eso debe parar ya. Es lógico: la seguidilla que representa enfrentar una triple competencia en algún momento pasa factura. Lo había advertido el técnico Diego Aguirre. Se había percibido el domingo contra Estudiantes, aunque todo se profundizó porque casi un tiempo con un hombre menos.Y volvió a notarse aquí, en la capital chilena, en una noche agradable. De nuevo a San Lorenzo le costó ser ese San Lorenzo dulce, sorpresivo, contundente. Encima, otra vez se quedó con diez, sin Belluschi nada menos. Y sumó otra derrota. Rozó la eliminación, pero zafó porque se las ingenió para resistir y porque al interesante Palestino le falta ese plus de jerarquía individual y de picante para asustar de verdad. Ahora San Lorenzo espera a Chapecoense en semifinales.
El entrenador uruguayo había adelantado que si San Lorenzo saltaba con éxito la barrera que representaba Palestino en la Sudamericana -el principal objetivo de los tres que persiguen los de Boedo-, este domingo en Rosario aplicaría una rotación de nombres, sabiendo que a mitad de semana afrontará la ida con Chapecoense y luego le tocará el clásico de barrio con Huracán, para después sí descansar mientras se disputa la doble fecha de Eliminatorias. Y sí, las señales de San Lorenzo piden una pausa.
Antes del partido, ya hubo un síntoma: la baja de Ortigoza, quien acumula 1.067 minutos en este semestre. Aunque quería jugar y había estado en el equipo en la última práctica, resolvió Aguirre reservarlo por precaución, para que la contractura en el aductor izquierdo no se transformara en desgarro. Así Coloccini ingresó atrás, Angeleri se mudó al lateral y Corujo se trasladó al medio.
Después, ya en plena acción, a pesar de un intento inicial de dominar la situación imponiendo sus condiciones (Blanco exigió al arquero Melo con un lindo intento individual), a San Lorenzo le faltaron aquellos matices que lo distinguen del resto. No hubo movilidad, careció de repentización y, por ende, no sorprendió. Todo propio de un equipo vacío de frescura.
Palestino, de a poco, a la posesión sin profundidad le fue poniendo condimentos. Carvajal no sólo cabeceó afuera en soledad, sino que también hizo volar a Torrico, que además frustró a Silva y a Valencia, todos remates desde afuera.
El impulso anímico por la convocatoria a la Selección no le alcanzó a Belluschi para combatir el desgaste de los 1.222 minutos con los que arribó a Santiago. Cuando la tocó, resultó preciso. Pero no influyó como lo necesitaba San Lorenzo, tal vez extrañando a Ortigoza. Y probablemente por el cansancio concluyó expulsado en el arranque del segundo tiempo por un empujón que el árbitro uruguayo Ferreyra podría haber solucionado con amarilla. ¿Por eso el juez al ratito no echó a Corujo, quien estando amonestado cometió una infracción para otra amarilla y la consecuente roja?
Ferreyra ya había dejado dudas al no sancionar como penal una mano de Corujo en el área de Torrico en el primer tiempo. De todos modos, más allá del árbitro, ningún equipo puede sufrir expulsiones innecesarias, y mucho menos en el estado de situación de este San Lorenzo. Si con once a San Lorenzo le costaba, con diez mucho más. Pensando en refrescar y en contraatacar sacó Aguirre a Cauteruccio y apostó por Cerutti. Pero enseguida Palestino golpeó con un golazo de Valencia de tiro libre, el mismo protagonista y con la misma fórmula que había redondeado la hazaña eliminando a Flamengo en Brasil.
La resistencia final se simbolizó en los otros dos cambios. Adentro dos defensores: Díaz (para contener junto a Mussis en el medio) y el pibe Montoya (para armar un doble 3 por la izquierda). Afuera el goleador, Blandi (1.161 minutos en el semestre), y un mediocampista ofensivo pero agotado, Blanco (1.159 minutos). Es que Palestino amenazaba. Necesitaba otro para ir a los penales. Corujo-Díaz-Mussis-Montoya fue el mediocampo del final, con Cerutti solo arriba. San Lorenzo no pasó demasiados sobresaltos. Y al final celebró. Puede seguir soñando, pero antes, a pasar por boxes.