Godoy Cruz 1 - San Lorenzo 3 - Copa Argentina 2015/2016
Matadores con fútbol de gala
Recital de San Lorenzo. Fue una máquina de jugar, le hizo tres golazos a Godoy Cruz, se fue ovacionado y pasó a cuartos de la Copa Argentina.
Justo ahora que tanto se habla de la Selección y ese cúmulo de voluntades, San Lorenzo tiene algo que envidiaría Edgardo Bauza, quien supo ser campeón sentado en el banco azulgrana. Un equipo. Un funcionamiento colectivo aceitado. Intérpretes que se entienden y se adaptan la coyuntura del partido. Cumple muchos requisitos el Ciclón para soñar con la Copa Argentina, la Sudamericana y el torneo local.No es casualidad que esté vivo en las tres competencias. Juega muy bien. Por eso, cuando se lo propuso, fue imparable para Godoy Cruz. Y consiguió un triunfo que lo impulsa en la carrera por el trofeo autóctono. Su rival en cuartos de final será Racing o Gimnasia, que se enfrentarán el miércoles.
Cuando se alinean los jugadores y los planetas, todo es más fácil. Sebastián Blanco está en un nivel altísimo, casi como cuando jugaba en esta misma cancha con la camiseta de Lanús. Franco Mussis se multiplica, recupera y pasa bien. Fernando Belluschi muestra un rendimiento como para que el Patón no dude en llamarlo en la próxima convocatoria. Martín Cauteruccio parece haber jugado toda la vida de volante por derecha. Hasta Marcos Angeleri, que hacía añares no se desempeñaba como lateral, la rompe por derecha.
Tan bien jugaron, que cuando no se luce Néstor Ortigoza o no la emboca Nicolás Blandi, no se nota. Y si el primer tiempo terminó 2 a 1 fue por ese descuido que permitió el descuento de Godoy Cruz y porque el goleador que resultaba infalible tuvo una noche fatal. Fue muy corto el resultado.
Los goles dejaron claro todos estos conceptos. Tuvieron los mejores condimentos: desmarques, pases en velocidad, toques de primera y terminación elegante. Angeleri se desprendió por afuera en los dos. Blandi tiró paredes con Blanco (taco incluido) en el 1 a 0 de Cauteruccio y el propio Sebastián empezó la jugada en la mitad de la cancha que terminó con su propio grito sagrado, después de seis transiciones a todo vapor.
Belluschi fue uno de los jugadores que comprendió el juego con mayor inteligencia. Porque rompió por afuera, por el sector izquierdo de los mendocinos, donde enloquecieron Facundo Cobos y Pol Fernández. Siempre volcado por ese andarivel, se filtraron Angeleri y Cauteruccio. Y sufrió el Gallego Méndez desde el banco.
¿Por qué razón se empecinó el técnico en que su equipo saliera jugando? Terminó en un pase atrás al arquero y un pelotazo que facilitó el trabajo de San Lorenzo. Una sola vez en el partido encontró un hueco Facundo Silva y dejó a Angel González mano a mano con Sebastián Torrico. El arquero salió apurado y el volante definió.
Claro que, dicho está, no estaba fino Blandi. Falló cuatro claritas en el primer tiempo. Una de ellas, de manera increíble, con el arco de frente y en absoluta soledad. Y aunque Godoy Cruz salió decidido a tomar el protagonismo, San Lorenzo lo redujo. En la primera jugada a fondo, consiguió el tercero y liquidó el partido. Otra vez Blanco fue decisivo. El pase largo encontró a Belluschi sorprendiendo a los dormidos defensores mendocinos. Y Rodrigo Rey nada pudo hacer.
El final se desvirtuó. San Lorenzo continuó con el dominio y Godoy Cruz se descontroló. Diego Viera y Jaime Ayoví pegaron dos patadas descalificadoras y Juan Pablo Pompei -que no había cobrado un penal en el primer tiempo- esta vez acertó con las expulsiones del paraguayo y el ecuatoriano. Fue el desenlace de una noche mágica para estos matadores del siglo XXI.