Independiente 1 - Lanús 0 - Copa Sudamericana 2016
GANÓ 1-0 Y ACCEDIÓ A LOS OCTAVOS DE FINAL
Independiente crece en todo y sigue en la Copa
Supo manejar el resultado a favor de la ida, fue eficaz en ataque, contuvo bien a Lanús, último campeón local y mostró buenas individualidades.
Avanza Independiente, en la Copa Sudamericana y, fundamentalmente, como equipo. Los triunfos le alimentan el ego, le engordan la confianza y eso le brinda las vitaminas necesarias para seguir creciendo en juego y en solidez. Otro paso clave dio anoche el Rojo: le ganó al duro Lanús 1 a 0 en el Libertadores de América (se había impuesto 2 a 0 en la ida) y sentenció la llave con autoridad para clasificarse a la siguiente fase en la que se cruzará con Chapecoense de Brasil (el 21 en casa y el 28 como visitante).Quién lo diría, el equipo de Gabriel Milito, discípulo de Pep Guardiola, tiene como una de sus mayores virtudes la faceta defensiva. Pero, no es por meterse atrás ni por hacer tiempo. Tampoco por repartir patadas sin sentido. Independiente se defiende lejos del arco de Martín Campaña. Y le da resultado: ya acumula cuatro partidos consecutivos sin recibir goles. Desde la eliminación de la Copa Argentina a manos de Defensa y Justicia, en el debut de Milito, el conjunto de Avellaneda fue mejorando.
A contramano de la creencia popular futbolera, que apostaba todo a que el Independiente del Mariscal tendría problemas de desequilibrio por jugarse sus fichas en ataque, los de Avellaneda se ordenaron de atrás hacia adelante para sentar las bases de su juego, que aún está en su etapa de gestación.
Supo qué hacer el Diablo anoche en su cancha. Supo jugar con el resultado a favor de la ida. Milito incluyó al pibe Ezequiel Barco de entrada en lugar del lesionado Cebolla Rodríguez y pasó del 4-3-3 habitual a un 4-2-3-1 que le permitió tener más protegidos los costados. No se refugió para aguantar el resultado, Independiente se planteó tener la pelota lo más lejos posible de su área. El Lanús de Almirón hizo algo parecido. En ese contexto de equipos cortos, la zona de juego quedaba resumida en unos escasos 40 metros del campo, con el círculo central como lugar de mayor circulación.
Pocos espacios, poco juego, mucho roce. Así, las cosas beneficiaban al dueño de casa, que, más allá de perder la pelota en algún tramo del encuentro, manejó siempre los tiempos. Y fue contundente. En la primera llegada definió la serie. De un contraataque que se inició en los pies de Nicolás Figal, uno de los puntos más altos junto con su compañero de zaga Víctor Cuesta, vino el quiebre. Barco abrió rápido y preciso para Emiliano Rigoni, quien mandó el centro pasado. Diego Braghieri, molestado por Diego Vera, despejó corto y fue Martín Benítez el que capturó el rechazo para el 1 a 0 definitivo.
Tal vez porque sabía que si le convertían un gol sería el final de la historia, Lanús no salió a buscar alocadamente el triunfo necesario. Tampoco lo hizo en desventaja en el marcador. José Sand desperdició un error de Gustavo Toledo, quien minutos después se fue bien expulsado por doble amarilla. Pero, ya era muy tarde para Lanús; el sigue en la Copa y sigue madurando como equipo.