Racing 2 - Olimpo 1 - Copa Argentina 2015/2016
SU PRÓXIMO RIVAL SERÁ GIMNASIA
A Racing le bastó con su jerarquía y cantó victoria
En Salta, y con Úbeda como DT, le ganó 2-1 a Olimpo y está en octavos de final de la Copa Argentina. Licha López e Insúa, los goles.
Aún no se sabe quién será el nuevo entrenador de Racing, pero lo que sí está claro es que aquel que llegue -puede quedarse Úbeda- comandará un plantel repleto de jerarquía. Porque eso es Racing: un conjunto compuesto por futbolista de renombre y buen nivel. Y algo de eso se evidenció anoche, en Salta: sin jugar bien, venció con facilidad a Olimpo. En octavos de final de la Copa Argentina, la Academia se medirá con Gimnasia.Se habló de jerarquía para explicar la controvertida incorporación de Orión. Anoche, cuando la voz del estadio lo anunció, se mezclaron algunos aplausos con un par de silbidos. “Se pone la camiseta y juega”, afirmaba el ex entrenador Facundo Sava. Le bastaron 4 minutos al ex arquero de Boca para recibir la primera caricia de los hinchas académicos: le ahogó el grito a Coniglio, quien conectó en área chica un centro de Tellechea. Tal como está el panorama en Racing, un gol en contra tempranero hubiese sido un duro golpe. Y ahí estuvo la figura de Orión: se quedó con la pelota en sus manos tan solo por estar bien ubicado.
Se habló de jerarquía, también, cuando Lisandro López volvió al club. Y fue justo, claro. En la jugada siguiente a la tapada de Orión (que completó un partido sin fisuras), Licha enganchó en el área y Víctor López se lo llevó puesto. Penal y amarilla. Remate ajustado y gol. Luego, Racing regaló las mismas dudas de siempre, especialmente por el sector izquierdo de la defensa: Tellechea desbordó cada vez que se lo propuso. Llegó con más timidez que convencimiento Olimpo; cuando inquietó, apareció Orión. Sobre el final de la primera parte, Licha le bajó la pelota a Insúa como si fuese un jugador de básquet que ve el famoso pase extra: el delantero tenía para cabecear al arco, aunque con ángulo cerrado. Pero con ojos de crack, vio llegar libre al lateral, que metió una volea bárbara, para un cuadrito. No fue una noche redonda: se fue expulsado por doble amarilla.
Festejó con ganas Úbeda el gol de Licha, se abrazó con el Lagarto Fleita y luego llamó a Videla para darle indicaciones. Lo mismo hizo con López en un par de oportunidades. Estaba metido el Sifón, consciente de que se jugaba una parada importante. ¿Qué esquema plantó? Un ambicioso 4-2-3-1, con Romero como enganche. Se sintió cómodo el paraguayo porque ése es su lugar. Bou, en cambio, fue el que más padeció el dibujo táctico: permanecer estacionado por la derecha le quita sorpresa. Por varios momentos sufrió Racing y eso es un llamado de atención: ante un rival de mayor jerarquía, lo pagará caro. También estuvo rápido de reflejos cuando tuvo que acomodar la defensa tras de la expulsión de Insúa: sacó a un delantero y puso a un marcador central.
Ganó Racing. Tan solo eso. Jugó mal el equipo de Úbeda, aunque, es cierto, fue inteligente. Consiguió la ventaja y después se refugió. Lo mejor de Úbeda fue la lectura para realizar los cambios que el partido le pedía. Sacó a Licha, para sorpresa de muchos, pero Bou tiene físico más apto para hacer un desgaste mayor con un hombre menos; aguantó a Romero hasta donde pudo y luego puso a Diego González; por último, refrescó el ataque con el ingreso de Lautaro Martínez por Bou. A veces lo lógico es lo más difícil de interpretar.