The Strongest (Bolivia) 1 - River 1 - Copa Libertadores 2016
River estuvo cerca, pero se le escapó al final
Empató 1 a 1 con The Strongest en la altura de La Paz. El punto le sirve, aunque se vuelve con bronca porque desperdició chances para rematarlo.
El árbitro Julio Quintana marca el final. D'Alessandro patea con rabia la pelota lejos. Vangioni, Mammana y Mercado no se desploman, pero se agachan con evidentes signos de cansancio sobre el césped del estadio Hernando Siles. Hay satisfacción, pero a la vez un dejo de bronca en los hombres de River. Apenas cinco minutos faltaban, con los cuatro adicionados.River quedó a un paso de cambiar la historia de los equipos argentinos en La Paz. El punto sirve, claro. Pero los tres, en el partido centenario de Marcelo Gallardo, estuvieron al alcance de las manos. En el segundo tiempo generó seis ocasiones de gol y no lo definió. Y eso en altura de La Paz, se paga.
La primera etapa resultó de una intensidad poco habitual en la altura. Porque no fue un dominio absoluto del local. River le presentó batalla. Palo a palo. Primero se lucieron los arqueros. Barovero, a los dos minutos, sacó al córner un fuerte remate de Ramallo. Un minuto después, Vaca respondió bien ante un tiro de Driussi. A los 7, Alario remató desviado y a los 10, hubo milagro en el área de River, entre pifias y el palo que devolvió una definición de Alonso.
River, con un clásico 4-4-2, con presión en la salida local y alejando el juego de su propia área. Si bien The Strongest tenía llegadas profundas por los costados -utilizó más la banda izquierda- y buscaba romper la línea de cuatro con pases cortados y en diagonal, River siempre tuvo como objetivo el arco de enfrente. La tercera vez que llegó fue la vencida. Tiro libre de Ponzio, mordido, que encontró bien ubicado a Mora y el uruguayo definió como los grandes goleadores, con una pirueta entre tijera y media vuelta.
River ganaba porque no se resignó a esperar y porque Barovero volvió a ser gigante, como en la primera jugada del partido. Fueron tres minutos en los que pasó de todo en el área millonaria. Cuatro córners seguidos y una estirada maravillosa de Trapito ante un remate de Castro.
Herido, desordenado, atropellado, el local acechó al millonario hasta el final de la etapa, buscando el empate. En esos 20 minutos, The Strongest le pateó 15 veces al arco. Totalizando 19 remates en la parte inicial. Y no empató de milagro.
Apenas comenzó la parte final lo tuvo Nacho Fernández, pero su remate fue tibio como su actuación y quedó en las manos de Vaca. Después, un remate de Vangioni se fue apenas desviado. The Strongest atacaba pero el que estaba agazapado era River tratando de definirlo de contra. El local, nervioso, se repitió en imprecisiones y dudas en la última línea. Era un desconcierto. La entrada de Mayada le dio más oxigeno al equipo de Gallardo.
Estaba tranquilo, seguro, firme en la marca y en los pases. Y entre los 12 y 20 tuvo cuatro ocasiones para liquidar el asunto y hacer historia. Combinaron Alario y Mayada, y Mora no llegó al cruce. Driussi se lo perdió solo frente al arco. Alario también remató mal. Y otra vez Driussi, picándola por arriba del arquero, se comió el segundo. Errar goles en estas situaciones podría agregarse a los pecados capitales.
Sin jugar bien, The Strongest llegaba como podía. Barovero volvió a ser héroe a los 31 minutos sacando un remate de Escobar. Pero estaba muy cerca Alejandro Chumacero, que sentenció el empate con un fuerte remate. River no pudo cambiar la historia. Estuvo cerca. Valió la pena.