San Lorenzo 1 - Gremio (Brasil) 1 - Copa Libertadores 2016
VENCÍA BIEN 1-0 A GREMIO Y A UN MINUTO DEL FINAL LOS BRASILEÑOS LE EMPATARON
Un error puso a San Lorenzo al borde del abismo
Ganaba y manejaba el partido con tranquilidad, pero cometió una falla en el final, Gremio le empató y le complicó la clasificación a octavos.
El gesto de Emmanuel Mas es lógico. No puede entender cómo Gremio festeja el empate un minuto del epílogo. Chau Fue un golpe. A San Lorenzo se le escapó una alegría que lucía enorme y se le transformó en una frustración inesperada. Justo en la última llegada, justo en la única del segundo tiempo, Gremio consiguió ese 1-1 que dejó vacío al equipo de Guede, en la cornisa del grupo, cerca de una eliminación prematura.El pedido (casi en forma de oración o incluso de ruego) bajó de los cuatro costados del Nuevo Gasómetro mucho antes de que los jugadores de Gremio estuvieran en la cancha: “Que esta noche cueste lo que cueste...”. Sin embargo, en esos primeros suspiros del partido, San Lorenzo salió como si lo de afuera no lo afectara. Todo lo contrario.
Sin intentar esa presión tan característica que pide Guede, los azulgranas dejaron que Gremio manejara la pelota. Y esa calma le dio resultado inmediato a los de Boedo: no habían pasado tres minutos cuando Marcelo Oliveira derribó a Belluschi dentro del área, en la primera aproximación del local. Lo que siguió fue como ver una película repetida: Ortigoza, infalible desde los doce pasos, clavó la pelota en un ángulo para el 1-0.
Esa ventaja tranquilizó a esos que desde afuera pedían por la victoria, pero tuvo el efecto contrario para los de adentro. Tal como pasó ante Toluca (cuando tras el grito de Ortigoza los mexicanos empataron al minuto), esta vez fue el equipo brasileño quien tuvo no una, sino tres chances para llegar a la igualdad, aunque la mala fortuna le jugó en contra. Lejos de refugiarse en su campo, Gremio se adelantó en el campo e incluso tuvo más juego asociado que hace una semana en Porto Alegre, cuando San Lorenzo (con los mismos jugadores que estuvieron anoche) lo había puesto en aprietos.
Con Blanco apagado y Belluschi tapado, Ortigoza se convirtió en el único volante azulgrana capaz de hacerle frente a los mediocampistas visitantes. El libreto del local, entonces, cambió: sin conexión entre sus líneas, los de Boedo apostaron al contraataque. Y así casi llega el segundo grito de la noche, pero Cauteruccio (que había quedado solo ante el arco tres un pase de Blanco), tardó para definir y Marcelo Grohe lo atoró. Eso sí, sobre el final del primer tiempo, San Lorenzo volvió a ser ese equipo insoportable que pretende su entrenador y otra vez quedó a las puertas del segundo tanto: primero, Grohe le sacó el gol a Blanco y luego, entre el travesaño y los defensores de Gremio le ahogaron el grito a Mas, primero, y después nuevamente al ex Lanús.
Ya en el segundo tiempo, San Lorenzo retrocedió unos metros. Y como en varios de sus partidos más recientes perdió esa intensidad de equipo que muerde en cada rincón del campo de juego. El ingreso de Leandro Romognoli le permitió mejorar en un aspecto fundamental: el juego asociado y la posibilidad de tener la pelota de modo prolijo. ¿Y Gremio? Nada. Un equipo que parecía roto. Pero al que San Lorenzo dejó con vida. Y el equipo de Porto Alegre, que tan mal había jugado el segundo tiempo, se encontró con un gol. Y se terminó abrazando a un empate que parecía imposible...