San Lorenzo Campeón Supercopa Argentina 2015
SAN LORENZO SÚPER CAMPEÓN
El Ciclón metió cuatro y festejó a lo campeón
Fue su primer triunfo del 2016. Le sirvió para estirar la diferencia sobre Boca, quedarse con la Supercopa Argentina y entrar a la Sudamericana.
Que San Lorenzo venciera a Boca era una posibilidad. Pero que lo pusiera de rodillas y terminara vapuleándolo estaba en los planes de muy pocos. El campeón de la Supercopa Argentina terminó a puro toque, con abundancia de gol y varias individualidades rutilantes para alcanzar una goleada que, además de la enorme felicidad propia, puede dañar a Boca en sus órganos vitales. Porque al perdedor se lo notó mareado, confundido, vacío de ideas y careciente de juego, como no pudiendo superar un verano cruel, a pesar de que el entrenador pudo juntar en medio partido a Tévez con Osvaldo y Gago.Rodolfo Arruabarrena y Pablo Guede plantearon el primer tiempo como una batalla táctica, esperando que los esquemas ayudaran a resolver un partido de enorme importancia para aliviar las tensiones que por estas horas influyen en el día a día.
El Vasco apostó a un 3-5-2, con un trío de defensores centrales para controlar a la dupla Cerutti-Cauteruccio, cinco mediocampistas con Peruzzi y Silva como laterales-volantes y dos para atacar (Tévez y Chávez). El problema principal radicó en que ninguno de los dos marcadores de punta puestos a carrileros cumplieron con el rol designado, por lo que Boca, sin elaboración, atacó exclusivamente con los largos lanzamientos del Cata Díaz para la dupla de arriba.
Guede, por su parte, respaldó su idea con el dibujo 4-1-3-2, con Mussis como un limpiaparabrisas. Sin embargo, como Ortigoza se acomodó por delante del ex Gimnasia, San Lorenzo tuvo en el ex socio ideal de Mercier a uno que jugó a jugar y así manejó al equipo. Con el agregado de que Cerutti, en la función de extremo derecho, hizo la diferencia desde su velocidad en el uno contra uno ante Insaurralde.
Así como los rápidos movimientos de Cerutti (sus compañeros lo miran desde lejos en los contraataques) constituyeron una esperanza para el Ciclón, los derechazos con 60/70 metros de recorrido de Díaz a la zona de Angeleri-Caruzzo fueron la receta boquense para disimular esa evidente carencia que es la falta de elaboración.
Luego de que Angeleri fallara increíblemente de zurda en el área de enfrente, que Tévez dilapidara una oportunidad solamente porque sigue lejos de su mejor estado de forma y que Orión bloqueara con las piernas un mano a mano frente a Cauteruccio, el clásico tuvo su primer estallido: a Belluschi se le fue largo un control con la derecha pero giró, revoleó la zurda y la clavó en un ángulo.
Convencido de que había que cambiar para mejorar, Arruabarrena disparó tres cambios en los primeros 14 minutos del complemento. Osvaldo y Gago vinieron a la cancha directamente de los vestuarios y el uruguayo Lodeiro reemplazó a Chavez antes de que se cumpliera el primer cuarto de hora del complemento.
Así, se armó el binomio Tévez-Osvaldo para ir hacia el arco de Torrico mientras que la dupla Gago-Lodeiro pasó a tener las mayores responsabilidades en la administración y el destino de la pelota. Meli apareció en soledad frente al arquero pero sus dudas malograron la situación. Los cambios de Guede tuvieron directa relación con el desgaste de sus individualidades. Blandi, Barrientos y el Pipi Romagnoli, en ese orden, ingresaron para oxigenar la estructura.
Así como San Lorenzo padeció algún contraataque rival en la primera mitad, con Belluschi de lanzador y Barrientos como definidor el equipo de Boedo agrandó la diferencia y, de algún modo, empezó a lustrar la Supercopa para sumarla a los trofeos que decoran sus vitrinas. Quedó tiempo, cómo no, para que el Pitu, con un hermoso chanf lazo zurdo, y Blandi, en soledad, transformara el triunfo en goleada para una noche inolvidable.
Felicitaciones Ciclón!!!