Independiente 1 - Racing 3 - Copa Ciudad de Avellaneda 2016
GANÓ 3-1 EL CLÁSICO Y SE QUEDÓ CON LA COPA CIUDAD DE AVELLANEDA
Con poder de gol, Racing se dio otro gusto
Puso mayoría de suplentes y sus delanteros fueron demoledores en el segundo tiempo. Independiente jugó con diez desde los 22 minutos.
Los clásicos, como la vida, están hechos de sucesiones de pequeños momentos. Suelen encadenarse, ellos, y marcar tendencias. En esa tesitura anda Racing, que hizo un puente entre aquella final de la Liguilla, que ganó con no poco sufrimiento ante su rival de toda la vida, y anoche prolongó la alegría con la Copa Ciudad de Avellaneda en una algo nublada y agradable noche marplatense. Por ahí anda también Independiente, que otra vez se fue con las manos vacías aunque haya merecido más.No se notó, en los primeros momentos, que fuera la formación alternativa de uno contra la estelar del otro. Racing hizo pie en el campo a partir de las intervenciones de Oscar Romero, que desde su lugar de segunda punta como acompañante de Roger Martínez se tiraba algunos metros más atrás. Sin embargo, el paraguayo se diluyó con el transcurrir de los minutos.
Independiente era criterioso y aprovechaba el adelantamiento de la última línea racinguista, detalle novedoso respecto del equipo de Diego Cocca y que llevará algún tiempo de trabajo. Desde la asociación del Cebolla Rodríguez con Martín Benítez -que encontró en el costado de Damián Schmidt el lugar por donde explotar sus virtudes- y las subidas de Nicolás Tagliafico, a los de Mauricio Pellegrino sólo les faltaba localizar a Juan Martín Lucero.
Pareció que el panorama podría cambiar a favor de Racing con la expulsión de Diego Rodríguez, que se ganó bien la tarjeta roja. Sin embargo, sucedió todo lo contrario: los anoche de azul jamás encontraron cómo aprovechar esa superioridad numérica e Independiente se envalentonó. Crecieron Jesús Méndez y Claudio Aquino, este último más volcado al medio, y se vio un lindo rato del que tenía 10.
En el último tramo de esa primera etapa mejoró el conjunto de Sava, aunque no le alcanzó más que para un tibio remate de Martínez tras un error en la salida roja. Demasiado poco para un equipo que gozó de un hombre más por casi 25 minutos.
En la segunda mitad no parecía que fuese a cambiar la tónica, pero apareció el Romero que había insinuado de a ratos en la etapa inicial y, con un pase perfecto, logró lo que todo Independiente no pudo: dejar un delantero cara a cara con el arquero. Noir definió con enorme clase y puso a los suyos arriba.
Independiente, aun perdiendo, no presionaba como al principio. Y era lógico: había hecho un gran desgaste físico. Aun así logró llegar a la igualdad, más que merecida, tras el centro de Tagliafico y el cabezazo de Lucero, que mostró 100% de efectividad. Y con todo lo que implica empatar con un hombre menos, poco le duró a Independiente, que vio cómo en un minuto se le escurrió el resultado como agua entre las manos.
Dos fallas defensivas puntuales lo hicieron posible, primero al perder a Lautaro Martínez, tras otro buen pase de Romero, y luego, con un pelotazo frontal de Valenzuela que ubicó a la última línea demasiado en línea, justamente, lo que permitió que Roger Martínez se escapara entre los centrales y definiera. Así quedó sentenciado el clásico, con otra alegría para Racing.