Boca 0 - Estudiantes 2 - Copa de Oro Mar del Plata 2016
CON SUPLENTES PERDIÓ 2-0 ANTE EL PINCHA, QUE GANÓ LA COPA DE ORO EN MAR DEL PLATA
Boca cayó otra vez y la copa fue para Estudiantes
El regreso de Gago no bastó para sonreír. Con goles de La Gata Fernández y de Umeres, los platenses le provocaron la tercera derrota consecutiva.
Pocos equipos del fútbol argentino, ahora y siempre, han sido tan prácticos como Estudiantes de La Plata. Nunca necesitó demasiado brillo el conjunto albirrojo para lograr grandes cosas. Así fue anoche, cuando logró un cómodo 2 a 0 ante Boca y se quedó con la Copa de Oro, el segundo triangular del verano, en una fresca noche marplatense. Lo hizo ante un equipo de la Ribera que mejoró en el ítem comportamiento, lo que al cabo -y junto al regreso de Fernando Gago- fue la nota saliente de un duelo típico de enero, que no deja demasiado para un análisis sustancioso.Boca salió a la cancha mucho más calmo que en sus anteriores presentaciones. Intentando marcar el ritmo del partido desde la presión sobre la salida de Estudiantes, pero sin abusar de la intensidad, sin faltas y sin llegar a destiempo. Con Chávez, Pavón, Carrizo y Messidoro yendo a buscar rápidamente a los defensores de Estudiantes, Boca comenzó a encontrar los caminos a partir de la sociedad que armaron Pablo Pérez y Alexis Messidoro.
Aunque promisorio, le costó sostener ese tándem que, en base a precisión y toques de primera con pases cortos, había ilusionado a los hinchas que colmaron la popular y el 80% de las plateas del José María Minella. Desde ahí, y con las buenas proyecciones de Federico Carrizo, Boca pudo haber encontrado la ventaja, pero le faltó llegada. El ex Rosario Central, que retornó tras su paso por el fútbol mexicano, eso sí, demostró de a ratos por qué Rodolfo Arruabarrena no quería que se fuera el año pasado. Precisamente Carrizo, tras un centro de Pablo Pérez, metió un frentazo de frente que tapó espectacularmente Andújar.
Lo que le costó bastante a Boca fue el regreso al perder la pelota. Messidoro, con todo lo que promete cuando tiene la pelota en los pies, tiene alma y es enganche en su más profunda esencia, lo que se notó a la hora del retroceso. Por ahí, Estudiantes aprovechó con las trepadas del pibe Lucas Diarte y los arranques de Elías Umeres, que conformó una línea de tres mediapuntas por detrás de Carlos Auzqui, delantero que en el último tiempo se había acostumbrado a jugar como volante (y que volverá a hacerlo cuando se recupere de un esguince Lucas Viatri).
Sin merecerlo, Estudiantes encontró la ventaja en su primera aproximación al arco de Guillermo Sara, tras un mal pase de Pérez que puso a Andrés Cubas contra las cuerdas y una pérdida de pelota que dejó a los de Vivas con superioridad numérica. Hizo la más difícil, Estudiantes, pero le salió bien, porque el remate desde la puerta del área de la Gata Fernández -cuando todo hacía suponer que llegarían hasta abajo del arco- llevó una rosca perfecta. La asistencia de Auzqui tuvo mucha lucidez.
El segundo tiempo fue muy liviano y el partido casi se resolvió con ese error de Colazo, que sigue dejando claro por qué prefiere no jugar más como lateral izquierdo. A pesar de las entradas de Gago y Palacios, que llevaron a Boca a un 4-3-3 con el propio Gago, Cubas y Pérez en el triángulo central (esquema que Pintita conoce de la Selección), los del Vasco mejoraron algo, pero no lo suficiente. Por eso el trofeo se fue para el sector rojiblanco de La Plata. En La Boca, claro, las miradas apuntan a mejorar la imagen en el Superclásico del sábado en Mendoza, continuando con los desafíos de verano.