Independiente 1 - Deportivo Español 0 - Copa Argentina 2014/2015
CON UN GOL DE VERA, EL EQUIPO DE PELLEGRINO AVANZÓ A OCTAVOS DE FINAL Y AHORA LO ESPERA LANÚS
Despojado de brillos, el nuevo Independiente deja en el camino a todos
Mauricio Pellegrino es el primer técnico en el Rojo en ganar los cinco primeros partidos que dirigió.
Mauricio Pellegrino parece que nunca se va a enojar. Luce sereno, siempre prolijo, ordenado. Camina sin apuro, y en el andar luce firme. Su Independiente parece otro en estos días. Como creado a su imagen y semejanza. Es el mismo entrenador que llegó entre quejas por cuestiones de origen (su pasado en Estudiantes; tal vez en Vélez) y por aquella vieja leyenda del paladar negro. Lo cierto es que ahora, más allá de gustos y búsquedas estéticas, Pellegrino comienza a escuchar aplausos y elogios.Lo cierto es que este equipo tiene poco o nada de los días de Bochini o de Usuriaga, pero los números retratan una reconstrucción. Con su nuevo entrenador es un infierno para los demás: cinco jugados, cinco ganados, apenas un gol en contra. Ayer, frente a Deportivo Español, le dio continuidad a las cuatro victorias obtenidas en el Torneo de 30. Así accedió a los octavos de final de la Copa Argentina. Allí lo espera Lanús.
Hay un alcance recortado en el análisis: el rival. Español -que no es aquel de los asombros de los ochenta y de los noventa, con el Puma Rodríguez o con Parodi o con Martelotto- juega en la Primera B. Allí busca no correr riesgo de descenso, utilizó tres entrenadores en el recorrido y apenas sumó dos puntos de los últimos 15 en juego. Y otro detalle fundamental: no cuenta con individualidades relevantes y para colmo -por lesión- no pudo contar con Pablo Villalba Fretes, su goleador. Ante ese oponente, Independiente jugó mal. Aun así se exhibió superior. Como lo que es: un equipo de categoría superior.
A Independiente le faltó frescura, capacidad de desequilibrio, variantes de ataque. Quizá en nombre de ese orden que, en este segundo semestre de 2015, es una cuestión prioritaria. También es cierto, en ese caso: Español, que venía de eliminar en la fase anterior a Godoy Cruz (otro de la A), jamás inquietó. La defensa de Independiente no ofreció dudas ante un equipo que, salvo en los últimos cinco minutos, jamás consiguió articular una maniobra ofensiva valiosa.
Del medio para adelante, como admite su cuerpo técnico, hay cosas para corregir. A juzgar por lo mostrado ayer: importante la tarea del dúo Méndez-Vitale, muy impreciso Pisano en la búsqueda ofensiva, perdido Papa en la posición de volante; Benítez ofrece alternativas en el mediocampo y como delantero; y Vera se hace cargo de su condición de goleador.
A pesar de los defectos, esta vez le alcanzó para ganar. El modo en el que consiguió la diferencia cuenta también a este equipo. Corner desde la izquierda ejecutado por Pisano, cabezazo para bajarla de Cuesta y otro cabezazo de Vera para deshacer ansiedades. Con ese grito se calló una canción que retrataba el momento: “Movete Rojo, movete / movete dejá de joder”.
Despojado de brillos en el equipo, Pellegrino cuenta con el sostén de la matemática. Sirve un dato que no es exageración: es el primer entrenador de la historia del Rey de Copas que ganó sus cinco primeros partidos. Y mientras las victorias suceden, la gente comienza a entusiasmarse (la convocatoria en Lanús sirve de ejemplo) y a olvidar aquello del paladar negro. Mientras las victorias sucedan ese asunto -parece- será un tema menor. Incluso aunque Independiente juegue como ayer.