Chile Campeón Copa América 2015
CHILE CAMPEÓN DE LA COPA AMÉRICA
En la presión contra presión, Chile fue más que Argentina
Algunas figuras no estuvieron a la altura. Y en el marco de un duelo equilibrado, el equipo de Sampaoli fue superior.
Los fuegos artificiales rompen el cielo de Santiago. La caminata de la derrota suena áspera, a suela entre las piedras. Ellos sonríen, viven un carnaval interior y se miran más enamorados que nunca. Cada sonrisa ajena es un puñal en el corazón propio, porque en el fútbol y en el amor no hay más certezas que las que otorgan las alegrías o derrotas, pero compartidas. Y aquí, para todo lo que sea celeste y blanco, fluyen las soledades. Los ecos aturden más que nunca. La mina más linda siempre se va con otro. Argentina perdió con Chile y la herida no va a sanar. Al menos no hoy. Al menos no mientras esas explosiones sigan dibujando las sombras de la fiesta de ellos.Los penales, claro, pero la pelota. Argentina no la agarró como en otros partidos y allí habita un combo entre las presiones lógicas de una final, las responsabilidades obvias de ese equipazo que es Chile y la certeza de que algunas individualidades no estuvieron en el nivel esperado. Eso, por supuesto, enmarcado en un partido parejo, en el que ambos jugaron presión contra presión, siempre en bloque y con los dientes apretados. Allí, en el juego de contrarrestar al otro, el local desarrolló mucho mejor los apoyos y las llegadas sorpresivas, mientras que el equipo de Martino acompasó demasiado y no logró saltar la estructura rival.
Chile siempre resolvió mejor que Argentina la salida ante la presión. Eso, claro, porque el equipo de Jorge Sampaoli asfixia con más convencimiento al rival que el de Gerardo Martino. Por eso, el local salió al ruedo en el Estadio Nacional bien arriba de Demichelis y de Otamendi. El conjunto celeste y blanco tardó en acomodarse a esa situación, aunque reaccionó bien a la hora de retroceder en grupo y de cubrir las opciones de pase de Chile. Eso le llevó media hora.
Sampaoli ofreció nuevamente su idea de jugar sin centrodelantero. Abrió a Vargas y a Alexis Sánchez en los extremos, les puso por adentro a Valdivia y a Vidal como llegadores y a Beausejour y a Isla como carrileros. Triángulos de pase por todos lados, el gran secreto del Chile campeón. Así, dejó vacante el espacio entre los centrales argentinos y buscó tener superioridad en la mitad, para controlar el juego. Y lo logró, claro.
Argentina, en tanto, jugó a tenerla sólo cuando pudo y sin complicarse en los traslados. Los controles difíciles del fútbol moderno, los de la mitad de la cancha, faltaron en los pies de Pastore. Mientras, Messi divagó en la intrascendencia y Di María sólo duró 25 minutos. Aún así, Argentina pudo haberse ido al descanso ganando en un cabezazo de Agüero que sacó Bravo y en una magnífica asistencia de Pastore a Lavezzi, que Pocho depositó en las manos del arquero.
El complemento fue más de lo mismo. Presión, algún descuelgue y un Chile mejor. De todas maneras, Argentina pudo haberlo definido en la última del tiempo reglamentario, en la que Messi condujo por única vez, abrió para Lavezzi, que metió la pelota para la entrada de Higuaín. Pipa no llegó y ahí se fueron los 90.
El suplementario fue un suplicio físico. Mascherano casi sin poder caminar, Lavezzi acalambrado, Vidal en una pierna y una fatiga generalizada. Allí brilló Alexis Sánchez, caracoleando a todos y por todos lados, casi como un prólogo de lo que vendría después. La noche de Santiago estaba más oscura que nunca. Penales. Higuaín, por arriba. Banega, a los guantes de Bravo. Alexis, caricia.
La de gajos va entrando despacito y ellos explotan. Ahí se va otro amor. Se llevan a la mina más linda y no se puede hacer nada. Ellos festejan. ¿Por qué nosotros no? La que conoce el secreto es la gordita de cuero que acaba de desatar la locura.
De ella dependía. De la pelota. Con eso se gana. Sin eso se pierde. Al menos se sabe algo en esta noche en la que la herida no va a sanar.
Definición por penales
Alexis Sánchez anotó el penal que cerró 4-1 la serie para Chile. Antes habían anotado Matías Fernández, Arturo Vidal y Charles Aránguiz. Para Argentina anotó Lionel Messi, falló Gonzalo Higuaín y Claudio Bravo se lo atajó a Ever Banega.