Racing 2 - Independiente (Neuquén) 0 - Copa Argentina 2014/2015
VENCIÓ A OTRO INDEPENDIENTE, EL DE NEUQUÉN, CON DOS GOLES CALCADOS DE BRIAN FERNÁNDEZ
Racing lo hizo con su jerarquía
Se notó demasiado la diferencia entre un equipo de Primera y otro del Federal A. El próximo rival será Tigre.
Dos jugadas calcadas, sencillas, de manual, situaciones en las que quedó muy clara la diferencia de jerarquía y categoría de unos y otros. Por eso Racing venció a Independiente de Neuquén, del Federal A. Lo hizo después de regalar un tiempo ante un rival demasiado inferior. Dos escapadas de Gustavo Bou por la derecha, dos centros y las definiciones de Brian Fernández, ingresando por el segundo palo, bastaron para ganarle a otro adversario rojo y clasificar a la siguiente fase de la Copa Argentina, el torneo que Racing quiere ganar para volver a la Libertadores. Su oponente será Tigre, luego del receso.Ya se expuso en estas páginas y se vuelve a escribir: Racing siempre juega igual, sin importar el rival. Lo mismo da River en el Monumental que el humilde Independiente de Neuquén por la Copa Argentina. El esquema (4-4-2) no se negocia para Diego Cocca. Tampoco, la forma. Porque ayer no salió a apabullar al rival, visiblemente más débil. Jugó con cadencia, como si fuese consciente de que el gol llegaría en cualquier momento. Por eso no atropelló ni presionó a los neuquinos, que dejaron en evidencia que están demasiado lejos del último campeón del fútbol argentino.
En dos ítems quedó muy claro. Primero, en la diferencia de jerarquía individual. Después, en el retroceso defensivo de Independiente. Cuando Racing sumó gente en ataque, complicó a la defensa rival con los movimientos -aceitados, trabajados- de Milito y Bou, más las llegadas de los volantes externos. Un pase gol del capitán celeste y blanco encontró solo a Gastón Díaz y no terminó en gol de milagro. El remate del volante se fue besando el palo. Hizo todo bien el crack que dejó su huella en Italia y la Selección. Resolvió mal el volante. También hubo un cabezazo de Lollo y un remate desviado de Bou.
Hubo, además, otro rasgo distintivo: las fortalezas físicas. Cada vez que los jugadores de Racing chocaron con sus contrincantes, los neuquinos quedaron en el césped. Bajo esta coyuntura, el campeón manejó la pelota, pero no inquietó. Y la sensación con la que concluyó el primer tiempo fue poco dulce, porque se esperaba más de Racing. Entonces, dos preguntas urgían: ¿era necesario el doble cinco de contención, con Ezequiel Videla y Francisco Cerro? ¿Acaso no regaló un tiempo Cocca al no incluir a Brian Fernández?
Por fin, Cocca le dio pista a Fernández en lugar de Washington Camacho, que estuvo impreciso. También prescindió de Leandro Grimi y apostó a Marcos Acuña, un volante con llegada. Se lo perdió Milito, increíblemente, mano a mano con Nicolás Peralta. Y encontró rápido el gol con dos jugadas que nacieron en los pies de Gastón Díaz, fluyeron en dos desbordes de Bou y culminaron en la resolución del atacante santafesino que llegó de Defensa y Justicia.
Lo liquidó en un cuarto de hora Racing. Y pudo pegar algún otro grito, pero Bou esta vez estuvo más lúcido en el pase que en la definición. Independiente de Neuquén recién pateó al arco cuando se habían consumido 70 minutos, un tiro de Manuel Berra que, al menos, hizo transpirar a Saja.
Atrás quedó la Libertadores. Ahora, Racing apuesta a la copa nacional. Y empezó con todo.