San Lorenzo 0 - Danubio (Uruguay) 1 - Copa Libertadores 2015
EL EQUIPO ARGENTINO SE DESPIDIÓ DE LA COPA
San Lorenzo quedó lejos del segundo milagro
Aunque no lo ayudaron en Brasil, el campeón tampoco jugó como para clasificarse. No tuvo gol, perdió en el final y se fue de la Copa.No es frecuente pero en fútbol algunas rarezas cobran vida de tanto en tanto: San Lorenzo, el campeón defensor de la Copa Libertadores, se fue en la primera ronda. En esta oportunidad no hubo chances para reeditar el milagro del año pasado y anoche, a pesar del enorme fervor de su gente, el equipo entregó una versión anémica en el último cuarto de cancha, repitiendo los profundos problemas para llegar a la red adversaria y no pudo siquiera igualar con su rival, que sobre el final hasta se dio el gusto de juntar de visitante su primera victoria.
El principio y el final de la primera etapa parecieron fotocopiados, ya que entregaron la misma imagen: el cruce salvador de De los Santos para evitar el primer tanto de San Lorenzo. Fuera de esas dos puntas, en el medio hubo una marcada paridad, siempre con el equipo de Edgardo Bauza tratando de forzar las acciones pero también con Danubio haciendo circular la pelota y apuntando a su manera, pero sin renunciamientos hacia la valla de Torrico.
A pesar del cambio de esquema -anoche el Ciclón presentó una doble punta de ataque integrada por Matos y Cauteruccio- el equipo no se enloqueció en una búsqueda obstinada. Por el contrario, y como es habitual en las mejores jornadas, Romagnoli se instaló como faro y referente en la generación de las maniobras ofensivas.
Frente a este necesitado San Lorenzo se plantó el puntero del campeonato de Uruguay, un equipo integrado por varios juveniles que cubiertos de optimismo y voluntad no pararon de marcar y correr. Conducido técnicamente por Leonardo Ramos -de largo recorrido como futbolista en la Argentina-, el conjunto de la zona del hipódromo de Maroñas llegó precedido de dos datos muy negativos: había perdido los cinco partidos correspondientes al Grupo 2 y dos de ellos, los jugados como visitante de Corinthians y San Pablo, había caído por idéntico resultado: 4-0.
Dos intervenciones de Torrico, ante un disparo de Ghan y un cabezazo de González, sostuvieron el 0-0 parcial, pero sobre la media hora sucedió en otra cancha lo que se sufrió en el Nuevo Gasómetro: el gol de Luis Fabiano, para el 1-0 de San Pablo sobre Cortinthians, causó en jugadores y público el mismo efecto que si el tanto lo hubiese marcado Danubio.
Para el complemento, Bauza dispuso el ingreso de Avila por Villalba, quien en la primera mitad no había tenido la contundencia ni el desborde que demandaban las circunstancias. A pesar de tener como respaldo a un imparable Buffarini, permanentemente ejemplo para ir y venir sin dar ni pedir respiro.
Avila buscó y se juntó esporádicamente con Romagnoli, sin embargo el arco de Tornascioli se transformó casi en una utopía. El equipo se estremeció parcialmente con un zurdazo cruzado de Mas que salió cerca de un palo, pero nunca pudo evadirse del estado de sopor en el que lo fue hundiendo el resultado que se daba en Brasil y le licuaba el último trazo de esperanza.
Pero como en fútbol siempre se puede estar un poco peor, el cierre del juego fue el menos deseado: una pelota parada en contra, Caruzzo que no atinó a despegar lo suficiente y Viana que se quedó con la foto de la noche metiendo un cabezazo goleador.
Punto final, entonces, para la participación de San Lorenzo. No defendió la corona como se esperaba y anoche terminó de pagar la última cuota de un precio altísimo que pagó por su falta de eficacia. La derrota de local ante Corinthians y el gol de Michel Bastos para caer de visitante ante San Pablo desacomodó a un equipo que nunca estuvo a la altura de lo que se espera de un campeón que expone el título.