River 3 - San José (Bolivia) 0 - Copa Libertadores 2015
SE DIO EL MILAGRO Y SIGUE EN LA COPA
River, a pedir de boca
Sufrió pero ganó, se le dio el otro resultado que necesitaba y terminó feliz. En la Copa, puede haber Superclásico.Desde la página 1 Los corazones están agitados y un sudor frío recorre las frentes. River apabulla a San José, faltan segundos en Chiclayo, Tigres gana 5 a 4 y los peruanos necesitan dos goles en tiempo adicionado, pero los hinchas no desatan los nudos de sus gargantas. La clasificación, a esa altura de la noche, es un hecho. Sin embargo, nadie se anima al desahogo. Hasta que la certeza repiquetea en el boca a boca y el Monumental para de sufrir. Entonces, sí, llega la explosión en Udaondo y Figueroa Alcorta.
“Che, bostero, che, bostero, que amargado se te ve, cada vez nos falta menos, para volvernos a ver”, cantan de una punta a la otra del estadio, desde la Sívori hasta la Centenario, desde la San Martín hasta la Belgrano. River vive en esa Copa que lo tuvo afuera durante 66 minutos, hasta los 21 minutos del segundo tiempo. Fue una pesadilla y hoy es un sueño. Gracias al triunfo propio. Pero, fundamentalmente, a la victoria mexicana que dejó la Libertadores al borde de un Superclásico, como sucedió en la Sudamericana.
¿Será un guiño del destino este pasaje que River consiguió en noventa minutos “infartantes”, como describió Marcelo Gallardo? Cualquier similitud con San Lorenzo, ¿será casualidad? En el último suspiro de la edición anterior, el equipo que conduce Edgardo Bauza se clasificó a los octavos como peor segundo. Y le ganó 3 a 0 a Botafogo, mientras que Independiente del Valle perdió 5 a 4 con Unión Española en Chile. ¿Cómo no se va a ilusionar, entonces, ese hincha de River que creyó que las esperanzas se morían cuando Luis Tejada, mediante un penal inexistente, ponía 3-2 a Juan Aurich?
Carlos Esqueda ya merece un lugar en el Museo de River. El delantero mexicano hizo tres de los cinco goles de Tigres. Lo puso dos veces en ventaja al equipo de Monterrey, cuando en el Monumental Mora, Teo y compañía no podían quebrar la resistencia de Carlos Lampe y todos estaban pendientes del duelo en Chiclayo. Es que resultaba imposible fijar los ojos en el campo de juego. Dominaba la tentación de voltear la cabeza y clavar la mirada en los televisores de los palcos. Y el mandato bajaba desde las tribunas: “Para ser campeón, hoy hay que ganar”.
Apenas empezaba la noche, no pareció bajar señales positivas desde el cielo: Mora reventó el travesaño apenas empezó el partido. Pero Esqueda hacía los deberes en Chiclayo. Sus goles se gritaron con furia en Núñez. “A ver si nos entendemos los jugadores y la popular, ustedes maténse en la cancha, acá en la tribuna los vamos a alentar. Y ponga huevo...”. Y empataba Pacheco, de tiro libre, pero lo daba vuelta Esqueda. Hasta que llegó un minuto agridulce.
Porque volvió a igualar Juan Aurich, 2-2 con un gol de Tejeda. Y unos segundos después, Mora quebró el cero. Los hinchas hacían cuentas. Y el ecuatoriano Carlos Vera cobraba un inexistente penal de Solis a Vilchez. Tejada le daba el 3-2 a Juan Aurich y River quedaba afuera. Pero Tigres tenía a Villalpando, Esqueda y Espericueta. Descuento tardío de Aurich y primer triunfo de River Copa. Y ahora que venga el que sea, como dijo el Muñeco.