Independiente 1 (4) - Alianza de Coronel Moldes 1 (1)
Copa Argentina 2014/2015
AGÓNICO TRIUNFO ANTE EL MODESTO ALIANZA DE CORONEL MOLDES, CÓRDOBA
Independiente a 4 minutos de un papelón histórico
Le marcaron de entrada y no supo cómo revertirlo. Encontró el empate y lo ganó por penales ante un rival semi amateur.El fútbol a veces regala historias como la que se vivió anoche en el estadio Mario Alberto Kempes entre el gigante Independiente y el modestísimo Alianza de Coronel Moldes, por los 32 avos. de la Copa Argentina. El conjunto de Avellaneda, uno de los más grandes del país y de Sudamérica. estuvo a tan sólo 4 minutos de ser eliminado por uno que milita en el Torneo Federal B, la cuarta categoría del fútbol argentino. La valentía del equipo de pueblo fue tan inmensa como el papelón del Diablo. Un gol agónico salvó al Rojo de la peor derrota de su historia y recién en los penales pudo acabar con el milagro de los cordobeses.
Alianza comenzó a construir su sueño desde su actitud. Jugó el mejor primer tiempo de su corta vida. El equipo de pueblo fundado en 2007 se animó y produjo la sorpresa. Juan Reynoso se convirtió en el héroe de Coronel Moldes con esa media vuelta de zurda que venció a Germán Montoya. El delirio de los cerca de 4.000 hinchas que viajaron 300 kilómetros hasta Córdoba Capital se hizo escuchar más que los simpatizantes rojos que, incrédulos, no podían creer lo que estaban presenciando.
Independiente comprendió con el correr de los minutos que ya no se gana con el nombre ni con la historia ni con el mote bien ganado de Rey de Copas. No. Ya no. Sin carácter difícilmente haya recompensa. Jorge Almirón decidió poner en cancha una formación alternativa, para darles minutos a aquellos que menos juegan. Así y todo, tuvo en cancha a cinco de los nueve refuerzos que la dirigencia presidida por Hugo Moyano trajo a principio de año: Victorino, Papa, Graciani, Aquino y Valencia. Sin embargo, la diferencia de jerarquía entre David y Goliat recién se marcó en la definición por tiros penales.
Alianza de Coronel Moldes estuvo muy cerca del milagro. Desde su presidente hasta su técnico Néstor Billalva y sus jugadores semiprofesionales habían avisado que se jugaban la final del mundo. Y no mintieron. En cada pelota en disputa había dos camisetas violetas por una colorada dispuestas a tirarse de cabeza para lucharla. Independiente se vio superado por el contexto. Entre sorprendido y apabullado, el Diablo de Avellaneda jamás supo qué hacer con el balón en los pies. Tal era el desconcierto rojo que en el segundo tiempo no pateó al arco y su única llegada fue el gol del ingresado Ortiz, tras centro del también suplente Pizzini, a los 41 minutos.
Los jugadores de Alianza fueron verdaderos obreros del fútbol. Estos muchachos, que en su gran mayoría tienen otro trabajo con el que se ganan la vida, supieron suplir sus visibles carencias técnicas y hasta físicas con un orgullo digno de reconocer. Desde su arquero Airaudo (es panadero), que le tapó un complicado cabezazo a Benítez; hasta Jorge Zalazar, el volante de 37 años que se había retirado y que volvió para despedirse ante Independiente y se aguantó los 90 minutos como cualquier ultraprofesional.
Emocionó Alianza y preocupó muchísimo Independiente. Porque no tuvo herramientas para pasar por arriba a un adversario tres categorías inferior. Porque, más allá de no haber puesto a sus habituales titulares, debió ganarle igual en los 90 minutos al equipo de Coronel Moldes, pero lejos de eso estuvo aquí en tierras cordobesas. Lo único positivo de la noche para el Rojo fue ese cheque por 375 mil pesos que recibió por haber pasado de ronda. Ahora, esperará por el vencedor de Godoy Cruz y Deportivo Español para conocer a su rival de los 16 avos de final.
La clasificación por penales no maquilló la realidad. Independiente está en alerta roja.
Definición por tiros desde el punto penal: Independiente 4 (convirtieron Juan Martín Lucero, Mauricio Victorino, Cristian Ortiz y Martín Benítez); Alianza de Coronel Moldes 1 (anotó Julio Sebastián Airaudo; Germán Montoya contuvo el remate de Darío Rivadero; Jorge Ramón Zalazar desvió su remate).